Libros de ayer y hoy
“Por un beso yo no sé, que te diera por un beso” decía el poeta
romántico Gustavo Adolfo Becquer poniendo por encima del mundo y
el cielo en la mirada y la sonrisa, el valor de un beso ¿Pero que pasa
cuando un tipo llega desaforado y posa su boca bruscamente sobre
una deportista triunfadora? El beso pierde su calidad romántica, la
elevación sublime del poeta del siglo XIX que junto con otros de esa
corriente, convirtieron el beso en una metáfora de esa sublimidad.
Mientras que más para acá, ocultaba una doble fantasía. Aun más
cerca, es el caso mundial de un acoso perverso y sucio de un jerarca
deportivo español Luis Rubiales, contra la jugadora internacional del
Pachuca, Jennifer Hermoso. El caso mantiene a España, en un
profundo debate sobre el acoso contra las deportistas y muchas de
éstas se ha sumado en grupos y en equipos para exigir un fin de esa
agresión. Ya en la entrega de los premios Goya se había dedicado el
evento a ese gran problema machista, pero hay un caso que han
dejado en el olvido, el del cantante Plácido Domingo, denunciado por
decenas de mujeres como acosador abusivo durante las décadas de
su carrera y sus triunfos. Y ahora cuando aparece el caso del tal
Rubiales, no vemos para nada la mención de quien fue un personaje
en el arte del bel canto. Y también un acosador. Al grado de que al
ser denunciado repitió varias veces que en su tiempo “Eso era
normal.”
” EL ACOSO NO SOLO ES SEXUAL, SE DA A MUCHOS NIVELES
Y CASOS.
Lo consignamos en su momento de esta manera, Apabullante, mundial y afrentoso, el acoso
se desparrama contra las principales víctimas, las mujeres y los hombres jóvenes. Pero no
solo es sexual, puede ser político, social, económico etcétera y entrar en todos los niveles
causando sus principales depredaciones: la minusvalía, el odio, el desprecio, la marginación.
Se expresa en usos diferentes algunos tolerados, otros violentos y en muchos casos ya en la
agresión directa, en la comisión de delitos, se llega a la violación, al atropello de diferentes
formas, y cuando no es sexual, en las campañas de descrédito, en la mentira difundida, en
una intención destructiva que abarca todos los tipos de acoso. Como los que hemos visto en
las campañas contra el actual gobierno y en los que serían casos más considerados en ese
nivel por la gente, los que aparecen en los medios sobre actores diversos cuya conducta
rebasa los límites de todo respeto y cordura. Lo peor es que se convierten en el alimento
diario de la gente, en una expresión que apabulla la búsqueda de valores y se concentra en
los chismes.
ONU, EL ACOSO ATENTA CONTRA LA DEMOCRACIA POR EL ABUSO DEL PODER
Aunque tanto los códigos penales como los diccionarios de la lengua tipifican los primeros
como delito y los segundos como término lingüístico al acoso, éste rebasa las definiciones y
se centra en una cualidad: el poder ¿Pero que pasa cuando el acoso se revierte en personas
que están en calidad similar de poder? Puede llamarse contraofensiva, contraataque,
autodefensa, venganza, pero nada justifica la violación de la ley. La ONU ha tratado desde
hace tiempo el tema del acoso y lo relaciona íntimamente con el abuso del poder. Ha habido
varias asambleas regionales que abordan el tema desde la perspectiva de las mujeres y el
desequilibrio de éstas sobre todo en los puestos públicos y los derechos laborales. El
organismo también ha tratado el tema en torno a los niños, sobre el bullying ante todo, en el
acoso de la violencia en las escuelas, desde varias perspectivas. Por su parte, algunos
códigos penales mexicanos lo abordan y el Código Penal Federal (Editorial Tirant lo Blanch
México, 2020) en su artículo 259 bis, lo conceptúa también según se desprende, como un
caso de fuerza, es decir, como abuso de poder.
ANTE LA MISERIA, RECUPEREMOS LA BELLEZA DEL BESO LEYENDO A LOS POETAS
No dejemos que la bajeza de un ser menor elimine en nosotros la idea de un sentir que
aparte de físico, tiene muchas y bellas expresiones. Grandes poetas como Pablo Neruda,
Gabriela Mistral, César Vallejo, Amado Nervo, Manuel Machado, Mario Benedetti, José Martí,
Juana de Ibarbourou, entre muchos, lo presentan desde sus puntos poéticos, ya sea
románticos o modernistas. Quizá antes de escribir sus poemas, le preguntaron ellos, a sus
amadas, como lo hacía Rostand en la palabra de Cyrano, “Después de todo, ¿qué es,
señora, un beso?” Y cerramos para recordar parte del poema Metamorfósis, de Luis G.
Urbina. Lean, qué belleza:
Era un furtivo beso enamorado,
de una mano de nieve que tenía,
la apariencia de un lirio desmayado
y el palpitar de un ave en agonía.