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Exportadores enfrentan retrasos por controles en la frontera con EU
QUERÉTARO, Qro., 8 de junio de 2024.- La reciente noticia sobre la inminente llegada de las arañas joro voladoras gigantes al noreste de Estados Unidos, específicamente a Nueva York, ha generado preocupación entre la población y las autoridades locales. Ante la incertidumbre sobre las implicaciones de esta expansión, es importante comprender mejor la naturaleza de estas arañas y su impacto potencial en el entorno.
Las arañas joro, también conocidas como Nephila clavata, son nativas de Asia y fueron introducidas en el norte del estado de Georgia alrededor de 2010. Desde entonces, han continuado propagándose, y se espera que su presencia se extienda hacia el norte en los próximos meses.
Una de las características más distintivas de estas arañas es su capacidad para volar utilizando una técnica conocida como «globo», mediante la cual liberan hilos de seda en el aire para ser transportadas por el viento. Aunque su apariencia puede resultar imponente, especialmente debido a sus patas que pueden medir más de 10 centímetros de longitud y sus vibrantes cuerpos amarillos y grises, expertos aseguran que no representan un peligro significativo para los humanos.
David Coyle, experto en especies invasoras, señaló que si bien estas arañas son venenosas, su veneno está destinado principalmente a presas como mariposas, avispas y cucarachas que quedan atrapadas en sus redes. Por lo tanto, las personas no tienen nada que temer en términos de peligro para su salud.
Ben Frick, de la Universidad de Georgia, instó a la población a no ser cruel con estas arañas en caso de encontrárselas, ya que han formado parte del ecosistema del sureste de Estados Unidos durante años sin causar daño significativo.
Si bien las arañas joro no representan una amenaza directa para los humanos, su rápida expansión plantea desafíos para las autoridades locales en términos de gestión de la población y educación pública. Se recomienda a los residentes de áreas afectadas tomar medidas preventivas, como la eliminación regular de telarañas alrededor de la casa y la aplicación de tratamientos exteriores contra plagas.
En caso de una picadura de araña joro, se aconseja limpiar la herida, aplicar compresas frías y tomar analgésicos según sea necesario. Aunque su presencia puede resultar inquietante, es importante mantener la calma y seguir prácticas de prevención para mitigar cualquier riesgo potencial.
La llegada de las arañas joro a Nueva York y otras regiones del noreste de Estados Unidos plantea nuevas preguntas sobre la coexistencia entre el ser humano y la vida silvestre, así como sobre la gestión de especies invasoras en un mundo cada vez más interconectado.