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QUERÉTARO, Qro., 17 de mayo 2017.- Derivado de los hechos de violencia que se han vivido en el país como el asesinato de otro periodista en Sinaloa y el atentado contra un presbítero en la Ciudad de México, Gustavo Licón presidente de la Comisión Diocesana de la Pastoral de la Comunicación aseguró que estos incidentes se deben de la «ola» de inseguridad que actualmente está viviendo el país y que afecta a toda la sociedad.
«No podemos hablar nosotros de una persecución religiosa donde el sacerdote sea el blanco, más bien, este hecho lamentable corresponde a la ola de violencia que se vive en México, lamentamos este hecho y la inseguridad a la que se exponen todos los fieles, este acontecimiento doloroso debe cimbrar nuestras creencias para unirnos en oración por los fieles católicos y La Paz en México».
Asimismo, aseguró que cada sacerdote cuenta con su Consejo Parroquial con quien se determinan las estrategias de vigilancia y supervisión para estar más al pendiente de las celebraciones eucarísticas y no ser blanco de un ataque contra otro sacerdote, por lo que está determinación será tomada por cada presbítero en sus parroquias.
«Lamentamos el hecho ocurrido en la Catedral Ciudad de México, en su momento la Conferencia del Episcopado Mexicano ha emitido un comunicado donde manifiesta su solidaridad con el presbítero José Miguel Machorro, quien fue agredido en la Catedral Metropolitana el pasado 15 de mayo, además en dicho comunicado nos comprometemos los religiosos a trabajar todo tipo de proyectos formativos para ofrecer a los mexicanos una visión solidaria y trascendente».
Asimismo reconoció que el asesinato de un periodista hace algunos días se deriva también de esta «ola» de violencia que se vive en México, donde toda la ciudadanía está expuesta a este tipo de ataques, por lo que exhortó a la ciudadanía a retomar la enseñanza de Dios e inculcar valores como el respeto a la vida, a la opinión y a la libertad de expresión.
En este sentido el presbítero exhortó a toda la ciudadanía a cambiar el modelo de educación que actualmente se vive, donde se ha dejado relegada la enseñanza de los hijos y se ha dejado que sea la escuela, la televisión y los medios electrónicos los encargados de educar a los menores.