Libros de ayer y hoy
En política nada es casual.
He recibido videos y fotografías verdaderamente escalofriantes de la manera en que aparecen cuerpos
literalmente descuartizados.
Las masacres que protagonizan las bandas del crimen organizado cada vez que se enfrentan entre sí,
han sido desde varios años atrás eventos considerados como parte del paisaje urbano de varias
entidades del país.
Pero lo que está ocurriendo en Sonora y Sinaloa desde el affaire en el que los «Chapitos» traicionaron al
Mayo Zambada entregándolo a las autoridades de Estados Unidos y fue asesinado el ex rector de la
UAS, Héctor Melesio Cuén y posteriormente el inicio de la guerra entre Mayitos y Chapitos que tiene a
Sinaloa y al sur de Sonora, guerra que ha cobrado ya varios cientos de muertos, es algo que despide un
fuerte olor a trampa política.
¿Y de quién es la mano que mece la cuna?
Por supuesto que esa mano no es de alguno de los más salvajes neoliberales.
Claudia Sheinbaum al parecer está durmiendo con el enemigo en casa.
La inocultable cercanía entre AMLO con el cartel de Sinaloa, misma que se reflejó cada vez que el ex
presidente acudía a Badiraguato, hace crecer la sospecha que dentro de la 4T existen intereses a los
que conviene que Claudia Sheinbaum no se consolide en el poder presidencial.
La reciente disputa que se generó entre la FGR y el embajador de Estados Unidos en México, Ken
Salazar, por la versión de que Rubén Rocha Moya nunca estuvo en el vecino país el día que los
chapitos traicionaron al Mayo Zambada, es hasta ahora el único punto en toda esa trama que parece
favorecer a la presidenta de México.
Y después del resultado de las elecciones presidenciales en Estados Unidos el próximo martes, con un
triunfo de Kamala Harris, el viento pudiera empezar a soplar a favor de Claudia Sheinbaum.
EN TIEMPO REAL.