Propone diputado del PRI incluir educación digital en la enseñanza básica
QUERÉTARO, Qro., 5 de noviembre de 2024.- El proceso de reforma judicial en México ha dado un giro significativo tras la reciente decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de desechar un proyecto que buscaba invalidar las modificaciones al Poder Judicial aprobadas por el Congreso. En una votación que reflejó la diversidad de opiniones entre los ministros, la Corte determinó que no existen suficientes elementos para declarar inconstitucional la reforma.
La reforma, impulsada por el Ejecutivo y ratificada en el Congreso, busca modificar aspectos centrales del funcionamiento del Poder Judicial, incluyendo la creación de un Consejo de la Judicatura que tenga mayor control administrativo y disciplinario, así como cambios en la estructura de los tribunales y criterios de designación y sanción de jueces.
Los defensores de la medida argumentan que la reforma es necesaria para combatir la corrupción y mejorar la eficiencia del sistema judicial, mientras que críticos alertan sobre una posible concentración de poder y pérdida de independencia judicial.
Con esta decisión, el proceso de implementación de la reforma avanza, aunque todavía enfrentará varios desafíos. Los opositores podrían recurrir a mecanismos legales para impugnar aspectos específicos de la ley, y se espera que la SCJN analice las implicaciones prácticas de estas nuevas disposiciones en los próximos meses.
En este contexto, el futuro de la justicia en México permanece en una encrucijada. Las nuevas políticas serán observadas de cerca tanto por la ciudadanía como por organismos internacionales que abogan por el fortalecimiento del estado de derecho en el país.