QUERÉTARO, Qro., 19 de octubre de 2021.- La activista queretana Brenda Ivonne Rangel Ortiz se encuentra entre quienes lograron vencer al cáncer de mama, en un periodo en el cual se conjuntaron diagnósticos errados, otros fatalistas, el sobreprecio de los medicamentos contra la enfermedad y la pandemia.

Al cumplir 40 años comenzó a realizarse regularmente mastografías y ultrasonidos, pero un día un día, tras recibir un pequeño golpe en el seno izquierdo, notó que su seno comenzó a inflamarse, llegó a tal grado la inflamación que su ginecólogo le ordenó un nuevo ultrasonido y le drenaron el absceso, tras la biopsia le indicaron que se trataba de un cáncer inflamatorio

En su familia no existen antecedentes de cáncer, por lo que tanto ella como sus familiares no creían el diagnóstico. Tras llorar debió cambiar varias veces de especialistas, toda vez que los dos primeros solo le dieron pronósticos fatales, hasta que encontró a quienes le ayudaron a vencer la enfermedad.

Requirió 19 quimioterapias y 16 radioterapias, se encuentra entre las afortunadas que contó tanto con el apoyo de familiares, amigos, como de buenos oncólogos químicos y cirujanos. Reconoce que para ella fue vital el acompañamiento que le dieron quienes la quieren, al igual que lo fue tener apoyo psicológico.

La prevención que tuvo no impidió que su cáncer se detectara hasta la fase 3; debió someterse a una extracción del seno completo; entre eso y la caída del pelo claro que se genera tristeza, pero también la visión de que lo verdaderamente importante es luchar por seguir con vida. La situación hace valorar aún más los pequeños detalles, incluso el poder respirar se ve de manera diferente.

“Hace 4 semanas me encontraron unos hallazgos en mi seno derecho, afortunadamente la semana pasada me dieron la gran noticia que son benignos, aun así, después de esto, tengo que estar en un chequeo permanente”.

Advierte que la detección oportuna es vital, por lo que llama a todas las mujeres y hombres a que se revisen, pues también ellos llegan a desarrollar cáncer de mama. Durante su tratamiento se sorprendió de la gran cantidad de tipos de cáncer que existen, aunque el difundido es el de mama y tiende a relacionársele como padecimiento solo de la mujer.

“Hasta que uno está en este esquema conoces la problemática real, también conoces cómo es que todos los tratamientos y medicamentos son distintos, te das cuenta cómo están de caros. El cáncer de lo que sea… si te costaba 500 en una farmacia, te lo llegan a vender 5 o 10 veces más (caro)”.

Aun tras el diagnóstico de que ya está libre de cáncer deberá seguir con el medicamento por 5 años, situación difícil cuando existe escasez y sobre precio, antes de la pandemia se podía comprar a 500 pesos, ese mismo ahora se vende a 5 mil y no siempre se encuentra, toda vez que hasta personas de otros países llegan aquí a buscarlo.

“Esto ha venido siendo desde que se empezaron a escasear los medicamentos del cáncer. Hay varias marchas que han hecho en la Ciudad de México los papás de niños con cáncer, porque no hay medicamentos en el sector público, incluso en el sector privado. Con lo de la pandemia, había gente de Estados Unidos que venía a querer conseguir los medicamentos aquí, al estado de Querétaro, porque no había, había sobre demanda y estaban carísimos, los subieron muchísimo de precio… De una secuencia de tu tratamiento, de eso depende tu vida.”.

En esos 5 años que continuará con medicamento también mantendrá el implante que le colocaron en el ombligo y que le cambian cada 3 meses, para evitar que el cáncer vuelva a desarrollarse.
Cuando mira atrás, sabe que lo importante es que logró sobre ponerse tanto del cáncer como de diagnósticos errados, lo que le permita sumarse entre las sobrevivientes.

“Médicos, por lo menos 2, me dijeron que estaba muy complicado mi tipo de cáncer y el tipo de tratamiento que me iban a dar, a ver si mi cuerpo lo resistía, porque las quimioterapias fueron demasiado pesadas… Que las personas que lleguen a tener un diagnóstico de cáncer, que no se depriman, la vida no se acaba, que no asocien el cáncer con muerte. Sé que normalmente es una enfermedad que muchas veces termina en muerte, pero que no lo vean así, que lo vean como una oportunidad más de vida.”.

Hay quienes le dicen que la gran tristeza que le provocó la desaparición de su hermano; situación que la llevó al activismo; y guardarse los sentimientos pudieron abonar a que desarrollara el cáncer, por si eso fuera cierto, ahora procura externar todo; eso sumado a las exploraciones y chequeos regulares.

“Si hay que cortar (relaciones), aunque sea familia, amigos, quien sea que te robe la energía, cortarlos; tienes que continuar… que no se depriman, que no tomen la primera opinión que les de alguno de los médicos.”.
A sus 43 años, tras compartir la experiencia que vive como sobreviviente, envió el siguiente mensaje para todos aquellos que acaben de recibir la noticia o estén luchando contra el cáncer:


“No te rindas! Lucha, lucha!!! Con todas tus fuerzas!! Quizás no me conoces ni yo a ti, pero si ocupas de mi aquí estoy!! Brenda Ivonne Rangel Ortiz”.