Libros de ayer y hoy
Mtra. Diana García Cejudo, Profesora de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño del Tec de Monterrey Campus Querétaro.
El mes se va a toda velocidad y vivimos en contexto dominado por la incertidumbre, el incremento de contagios, el regreso parcial a las aulas y la urgente reactivación económica hace que nuestra visión de futuro no sea tan clara y es difícil pensar cual es la ciudad que viene.
Mucho se ha discutido de la ciudad Post-Covid y de las posibilidades que nos ha abierto las nuevas dinámicas de trabajo, de los grandes retos que hemos enfrentado para adaptar nuestras viviendas, la importancia los espacios públicos y/ verdes, así como la necesidad de fortalecer nuestros servicios públicos, así como el equipamiento. Si bien personalmente nos ha permitido a aprender el verdadero significado de adaptación y resiliencia, en la ciudad no ha sucedido lo mismo.
Con un modelo de ciudad extensivo, basado en el auto, con retos de abastecimiento de agua y servicios, el enfoque de los programas y proyectos de la ciudad (públicos) reflejan, si bien buena voluntad para la reactivación y mejora, reflejan poco aprendizaje hacia lo que debemos estar actuando hacia el futuro. En la realidad de la ciudad Postcovid no se tiene tiempo para no pensar en la verdadera prosperidad.
Y no estoy hablando solamente de prosperidad económica, sino de la ecología de la prosperidad donde las prioridades de restauración, regeneración ecológica van en sinergia con la prosperidad económica y social. Esta perspectiva, rechaza la idea de un modelo de ciudad perfecto que alcance un balance social y ecológico sino plantea principios que involucran la descentralización y la interconexión de sistemas urbanos a diferentes escalas, como la energía o el agua, para que propicien una autogestión, la adaptación y por ende la resiliencia del sistema evitando promover mas segregación social y de impacto ecológico.
La ciudad que viene, o al menos que desearía que viniera, es más prospera, mas humana, más conectada con la naturaleza. Al final de cuentas necesitamos que la ciudad postcovid más resiliente, finalmente, no tenemos tiempo y nos queda mucho por hacer.
Twitter: @digarciac