Libros de ayer y hoy
No es nuevo que el presidente mexicano se muestre pusilánime frente a situaciones que lo exhiben de cuerpo completo; ignorante, analfabeta, locuaz, mentiroso, atolondrado y cínico
Incluso, en redes sociales menudean ejemplos de videos en donde la cobardía presidencial llega a extremos de escándalo, como una entrevista que les hizo el comediante, Víctor Trujillo, a los candidatos presidenciales en los previos a la elección del 2006.
En esa ocasión López Obrador se negó a responder 10 preguntas de conocimientos generales, formuladas por Víctor Trujillo; preguntas que, por cierto, respondió de manera puntual y sin reparos, Felipe Calderón.
En otros casos es típico el comportamiento cobarde del presidente en casos en los que “tira la piedra y esconde la mano”.
Eso, claro, además del cinismo de casi 70 mil mentiras oficiales, luego de pregonar una supuesta superioridad moral inexistente.
Por eso, a manera de ejemplo, a continuación los 10 más escandalosos casos de la cobardía presidencial.
1.-Apenas en días pasados, López Obrador desistió de acudir al recinto plenario del Senado de la República, a la entrega de la medalla Belisario Domínguez, que recayó en Ifigenia Martínez.
La cobardía presidencial fue evidente cuando López explicó que no acudiría porque la senadora Lilly Téllez había comunicado que desde la tribuna lo señalaría “como violador serial de la Constitución”.
Es decir, que Obrador le teme a una senadora pero no teme acudir a Badiraguato a saludar a la familia de “El Chapo” Guzmán.
2.- Pero no es el primer caso del temor de AMLO a las mujeres. A lo largo de los primeros 33 meses de su gestión, Obrador ha resguardado con altos muros el Palacio Nacional, no sólo en la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, sino en marchas feministas, como la más recientes en los últimos días de septiembre.
3.- La negativa a acudir a foros internacionales, como la ONU, es otro ejemplo de la cobardía presidencial. En este caso el temor de López es a verse de cuerpo completo en su ignorancia y su rupestre pensamiento.
4.- Lo mismo ocurre en viajes al extranjero. La cobardía de salir allende fronteras le provoca el mismo pavor mostrado en un furo económico, en Estados Unidos, en donde fue el hazmerreir, como presidente electo.
5.- Otra muestra de la cobardía de López la vimos luego de tragedias como la explosión de Tlahuelilpan, en donde perdieron la vida más de 130 personas, y en el colapso de la Línea 12 del Metro.
En esos dos casos paralizaron a López el temor a la gritería colectiva, al hartazgo social y a la condena ciudadana por el mal gobierno.
6.- En otras tragedias, como las inundaciones por meteoros naturales, la cobardía lleva al presidente y a su gobierno al ridículo total.
¿Por qué?
Porque la oficina de Palacio, encargada de las giras presidenciales, ha montado supuestos recorridos presidenciales a zonas devastadas, a bordo de camiones del ejército y helicópteros. El presidente nunca caminó junto a los damnificados, en inundaciones y devastaciones.
7.- Sin duda el espectáculo de Palacio, motejado como “mañaneras”, es epítome de la cobardía presidencial.
¿Por qué?
Porque de lunes a viernes, durante dos horas por día, el presidente simula una conferencia frente a periodistas que, en los hechos, no existen.
En efecto, las decenas de “monigotes” que dizque preguntan a López no son más que paleros a sueldo. Y es que López siempre ha mostrado más que miedo, deja ver un verdadero pavor a los auténticos periodistas.
8.- Otro ejemplo de la cobardía presidencial es el engaño reiterado a dar a conocer su estado de salud físico y mental.
Sí, han pasado casi 30 meses desde que prometió que daría a conocer un reporte oficial de su estado de salud, físico y mental.
¿Y por qué el miedo?
Porque Obrador sabe que un verdadero estudio de su salud mental y física lo reprobaría como presidente.
9.- Ya es frecuente que en sus giras por el país, López deba salir corriendo, escoltado por militares y marinos, ante el enojo ciudadano.
Esa historia se ha visto no sólo en Puebla sino en Veracruz, Guanajuato, Jalisco y Morelos, por citar sólo algunos casos.
Y la respuesta siempre es la misma; AMLO acusa a los inconformes de “hacer politiquería”.
10.- Y acaso el mayor escándalo de la cobardía de López, como dijimos al inicio, sea la entrevista con Víctor Trujillo, previa a las presidenciales del 2016. Ahí, López Obrador dijo “no, no y no” a un cuestionario de 10 preguntas de cultura general.
¿Y por qué se negó a responder el científico, sapiente y sabio López?
Porque también es conocido como el “cobarde de Palacio”.
Al tiempo.