Libros de ayer y hoy
Dice el viejo refranero popular: “en política no hay sorpresas, sino sorprendidos”.
También dice: “en política, el que no quiera ver fantasmas, que no salga de noche”.
Y vale el ejercicio memorioso porque son muchos los indicios de que el líder del PRI, Alejandro Moreno y sus compañeros diputados, preparan un engañar a los ciudadanos para otorgar su aval a la reforma eléctrica del presidente López Obrador.
¿Y por qué se trata de un engaño?
Elemental, porque buena parte de los votos a favor del PRI y de la coalición que estableció con el PAN y el PRD, fueron votos para que esos tres partidos se comportaran como un verdadero bloque opositor.
Más aún, la coalición fue eso; una propuesta formulada a los ciudadanos para derrotar a Morena y para detener en el Congreso las ocurrencias del locuaz y vengativo huésped de Palacio.
Pero tambien es cierto que siempre estuvo presente la posibilidad de la traición y del engaño por parte del PRI, PAN y hasta del PRD.
¿Por qué? También por una razón elemental.
Por otro principio del refranero popular: “Porque en política todo y todos tienen precio”.
Lo importante, en todo caso, es que el PRI, el PAN y el PRD deben saber que no engañasn a los ciudadanos a pesar de su traición y del escapismo legislativo al ausentarse para no votar cuando la reforma llegue al pleno.
Lo cierto es que los partidos pagarán caro si los diputados del PRI, PAN y PRD traiciona a los votantes que le dieron las curules necesarias para frenar las locuras del populista de Palacio.
¿Por qué?
Porque por lo menos la mitad de los potenciales electores –por ahí de 45 millones de mexicanos–, tienen claro que el de López Obrador es uno de los peores gobiernos de la historia y porque en 2024 viviremos “la última llamada” para defender la democracia.
Y, porque en el 2024 muchos de eso 45 millones de mexicanos cobrarán la factura a los opositores simuladores; y porque una traición de esa magnitud le costaría la muerte al viejo PRI, al nada democrático PAN y al débil PRD.
Por eso vamos a las preguntas.
¿Es cierto que el PRI y “el señor de Palacio” pactaron la reforma eléctrica? ¿En qué terminos pactaron López Obrador y el jefe del PRI, Alejandro Moreno?
¿Qué papel juegan en ese pacto los gobernadores del PRI? ¿Cuál será la respuesta del PAN y del PRD en el eventual pacto del PRIMor?
¿El pacto entre Obrador y el PRI amarra las manos a los presidenciales del PRI? ¿O será que igual que en Morena viviremos una “rebelión en la granja” del tricolor?
¿Será el fin de la alianza que llevó a los tres partidos a importantes victorias en las elecciones de junio del 2021?
Sí bien hasta hoy aún no existen respuesta a las anteriores interrogantes, lo que si sabemos es que cada vez son las delgadas las amarras de la lealtad partidista y de la congruencia ideológica y programática.
Es decir, que vivimos la feria de las traiciones y las infidelidades partidistas, además del fin de las ideologías.
Hoy, la ideología y las siglas partidistas se cambian como cambiar de zaptos. Y si dudan, basta ver a dos presidentes del PAN convertidos en vulgres “lamebotas” de Obrador –los señores Germán Martínez y Manuel Espino–, mientras que gobernadores del PRI y del PAN se doblan ante la zanahoria populista de López.
También es cierto es que la respuesta a las anteriores interrogantes aquí la dimos en el Itinerario Político del 25 de junio del 2019, titulado: “Obrador sí hará la campaña del PRI”.
Así lo explicamos: “¿Qué negociaron “Alito” y el presidente Obrador”?
“Nadie lo sabe… Lo que si sabemos es que los gobernadores de todos los partidos y todos los signos –incluidos los del PRI–, parecen obligados a negociar y hacer política con el presidente y su gobierno. Pero esa es una relación de supervivencia elemental. Otra cosa es la oposición partidista y la oposición real.
“Y es que si el PRI no tiene capacidad de negociar, contener y bloquear las iniciativas perniciosas del gobierno de AMLO, desde su dirigencia nacional –por un lado–, y si no sabe usar a su favor los tropiezos y las ruinas que va dejando Obrador por todo el país, entonces nada tendrá que hacer en las elecciones intermedias de 2021, sea para pelear gobiernos estatales, sea para disputar la Cámara de Diputados.
“Es decir, que contrario a lo que muchos especulan, lo cierto es que el nuevo jefe nacional del PRI sí saldrá de aquel aspirante que confronte, de manera clara y programática, el proyecto fallido del gobierno de Obrador.
“Y es que si los opositores al nuevo gobierno no se han percatado, resultan verdaderos “bombones” –para cualquier campaña–, los escandalosos fracasos y las ridículas contradicciones del presidente Obrador.
“Fracasos como no bajar el precio de las gasolinas, la destrucción de guarderías, la fea y nada digna sumisión del presidente mexicano al sátrapa Trump, el abandono de todo el sistema de salud pública del país –para regalar dinero a migrantes y gobiernos de Centroamérica–, y la costosa muerte del NAIM, por citar algunos casos”. (Fin de la cita)
Sí, hoy se repite la historia.
Si Alejandro Moreno pacta con AMLO el aval del PRI a la reforma eléctrica, habrá sembrado el último clavo del ataud del viejo PRI.
En cambio, si aprovecha “el bombón” de los fracasos presidenciales y de los horrores legislativos de Obrador, empezará a fortificar la victoria del PRI rumbo al 2024.
Al tiempo.