Libros de ayer y hoy
¿Cuánto es verdad y/o cuánto es mentira de lo que dice López Obrador, sobre Ricardo Anaya?
¿Es Anaya una víctima de Obrador?
¿Es el excandidato presidencial un perseguido político?
¿Ricardo es una blanca paloma o es un pillo “de siete suelas”?
¿Es real o es un montaje –al mejor estilo lopista–, la persecución contra el excandidato presidencial del PAN, PRD y MC?
¿O será que asistimos a otra cortina de humo para distraer de los fracasos escandalosos de AMLO, a la mitad del fallido gobierno?
Aquí algunas respuestas.
1.- Lo cierto es que Anaya si es un perseguido político.
2.- Pero también es cierto que Anaya es el panista más parecido a López y, al mismo tiempo, un ferviente seguidor del autoritarismo del viejo PRI.
¿Por qué?
Porque construyó su liderazgo político y su candidatura presidencial de la misma manera que AMLO –con mentiras y engaños–, y siguió un guion idéntico al de Roberto Madrazo para conseguir tal candidatura.
Es decir, que al tiempo que compraba lealtades con dinero público, Ricardo Anaya engañó a la cúpula azul para apoderarse de la dirigencia del PAN.
Y una vez con ese control, impuso por la fuerza y de manera autoritaria su postulación a julio de 2018.
2.- Para lograr todo eso, además se valió de la mentira y el engaño; de alianzas inconfesables con el gobierno de Peña Nieto y hasta jugó el juego del “idiota útil” para fracturar a los opositores en la contienda de 2018. Y sí, con ello favoreció la victoria de Obrador.
3.- En realidad López Obrador le debe a Ricardo Anaya buena parte de su victoria en 2018, ya que el panista personificó el clásico “divide y vencerás”, que llevó al poder a AMLO.
4.- También por eso es posible aventurar que la aspiración presidencial de Anaya para el 2024 es una suerte de “Plan B” de López Obrador, frente a sus intentos dictatoriales y en medio de las desbocadas ambiciones de mujeres y hombres de Morena que pelean la candidatura del mismo 2024.
5.- Y es que más que una víctima de la tiranía de López, el ex jefe del PAN es una ficha imprescindible en el tablero del 2024; una ficha que lo mismo se puede mover “para jalar la marca” que para el “sacrificio ejemplar” o, incluso, como un emergente “Plan B” del propio Obrador.
Y si dudan que Anaya es no solo un pillo sino un verdadero “clon” de AMLO, a continuación, un resumen de tres entregas del Itinerario político; datos duros que, por si mismos, responden las interrogantes arriba planteadas.
La primera voz de alarma sobre las pillerías de Anaya la dimos a conocer en el Itinerario Político del 7 de julio de 2016.
A continuación, un extracto de esa entrega.
“Durante meses, legisladores y líderes de Acción Nacional han denunciado la presunta desviación de recursos púbicos desde la dirigencia del PAN –que preside Ricardo Anaya–, para el supuesto financiamiento de su candidatura presidencial para 2018.
“Un ex presidente del PAN explicó en detalle cómo la dirigencia azul estaría desviando dinero público a través del llamado “Ramo 23”, que tiene como objetivo que el gobierno federal otorgue recursos a estados y municipios a través de fondos específicos.
“Eso significa –según las fuentes consultadas–, que desde la dirigencia del PAN se maneja una bolsa de dinero público no etiquetado y tampoco auditado de poco más de 2 mil 100 millones de pesos; un promedio de 20 millones de pesos para cada uno de los 109 diputados federales que tiene el PAN.
“Además de esa bolsa, la coordinación parlamentaria se lleva casi 100 millones de pesos, también manejado de manera discrecional.
“Cabe aclarar que “los moches” no son exclusivos del PAN y menos de Ricardo Anaya. Es una práctica de todos los partidos –incluidos PRD y Morena–, que se sirven del dinero público a manos llenas, en montos determinados por el número de diputados de cada partido.
“La mayoría de esos recursos son destinados a obras en municipios que diputados y alcaldes soliciten y que se llevan concretan a través de empresas “pato”, propiedad de amigos y/o socios de legisladores, líderes parlamentarios o jefes de partidos.
“¿Y cómo es que Ricardo Anaya obtiene recursos a través de este
formato?
“Resulta que la dirigencia del PAN mantiene el control de la partida del
“Ramo 23” –de más de 2 mil millones de pesos–, mientras que alcaldes y diputados deben pasar a las oficinas de la colonia del Valle para negociar la asignación de ese dinero. De esa forma, la lealtad a Anaya se compra a cambio de millones de pesos.
“Pero, además, según el testimonio de diputados, gobernadores y alcaldes del PAN, en el CEN partidista les piden entre 20 por ciento de comisión por “el palomeo” de recursos, al tiempo que las obras son asignadas a contratistas que determina la dirigencia nacional del partido.
“Es decir, “en el cuarto de junto” de la oficina de Ricardo Anaya se lleva a cabo lo que coloquialmente se conoce como “moche”. Todo con el aval del jefe nacional, Anaya, quien presuntamente dispone –de manera personal–, de cientos de millones de pesos.
“Y una vez que “el asunto” de tal o cual diputado federal, alcalde o gobernador “queda planchado” con Anaya y su equipo, de la dirigencia del PAN se comunican a la Secretaría de Hacienda para que “disparen” el dinero a los estados y de ahí a los municipios.
“Una vez “disparado el dinero”, el alcalde o diputado en cuestión es informado que “el dinero ya está en tubería”.
“¿Y qué significa que el dinero “está en tubería”?
“Es la confirmación de que el dinero público ya recorre los meandros de la corrupción, sea de PAN, PRI, PRD o de Morena. La palabra mágica es “el dinero ya está en tubería”, lo que se interpreta como que “está por caer” a las arcas municipales.
“De esa manera, Ricardo Anaya también maneja las lealtades a su persona y a su proyecto presidencial y presiona a aquellos que juegan en el terreno de otros aspirantes y grupos dentro del PAN.
“Anteriormente, durante la gestión de Gustavo Madero, quien manejaba todo el asunto de “los moches” en el PAN era el exdiputado Luis Alberto Villarreal, quien fue removido de su cargo por los mismos escándalos de corrupción”. (Fin de la cita)
Como queda claro, Ricardo Anaya es un maestro de las pillerías. Pero también es cierto que no es el único.
Semanas después, en el Itinerario Político del 7 de septiembre de 2016, aquí comparamos los estilos políticos de AMLO y de Anaya, con el título: “¡Anaya es peor que AMLO!”.
Así lo explique: “muchos suponen –con buena dosis de razón–, que una victoria de AMLO en 2018 sería lo más cercano a tramitar un pasaporte a la más perniciosa dictadura del nuevo siglo; la de Nicolás Maduro en Venezuela.
“Sin embargo, el más reciente escándalo en torno al PAN y a su presidente, confirmó que otro “peligro para México” no solo está en la mal llamada izquierda lopista, sino que se ha corrido a la derecha locuaz, también populista y harto oportunista que encabeza el otrora “niño maravilla”.
“Nos referimos –como saben–, al jefe nacional del PAN y a su desbocada ambición de ser candidato presidencial, que lo ha llevado a exhibir –de cuerpo completo–, su genética desleal a la democracia, la traición a los principios y la doctrina del PAN y a los principios históricos de la democracia.
“Y es que Anaya llegó al PAN para imponer la cultura del jefe único, del dictador, del necesario y el narciso autoritario y nada democrático.
“¿Lo dudan?
“¿Qué es, sino una vulgar copia de las prácticas nada democráticas de la Morena de AMLO –prácticas que por medio siglo combatió el PAN–, el uso faccioso del partido para imponer su candidatura presidencial?
“¿Qué es, sino la peor copia del PRI de Roberto Madrazo, la dualidad perversa de asumir el cargo de jefe nacional del partido y, al mismo tiempo, candidato presidencial oficial del partido?
“¿Qué es, sino traición a las mejores prácticas democráticas que cultivó el PAN en casi 80 años, el acto “gandaya” de Anaya de robar casi dos millones de spots del partido, para su candidatura presidencial?
“¿Qué es, sino una vulgar copia de la dictadura de Maduro, la paralización del Congreso mexicano y el chantaje del “pase automático” del titular de la PGR a fiscal general?
“¿Qué es, sino un gesto dictatorial de Anaya, promover la expulsión de las filas del PAN, de Margarita Zavala y Felipe Calderón? (Fin de la cita)
Volvimos al tema de las corruptelas de Anaya el 31de octubre de 2016, con el Itinerario Político titulado: “¡Ricardo Anaya vive en las nubes!”.
Aquí un extracto de un texto que reveló que durante su gestión al frente del PAN, Anaya vivía en Estados Unidos y pasaba más tiempo en ese país, que en México.
“Según un reporte de Delta Airlines, Ricardo Anaya ha viajado en esa empresa un total de 121 ocasiones desde 2014 y hasta 2016, en vuelos redondos con una frecuencia de entre cinco y ocho días.
“Es decir, que el jefe nacional del PAN pasa más tiempo en las nubes que el tiempo que dedica a los problemas y conflictos que vive el PAN; partido que preside desde el 21 de agosto de 2015.
“Y el mejor ejemplo del gusto de Anaya por las nubes es que sólo en los primeros 10 meses de 2016 realizó 71 vuelos redondos, lo que significa que dedica 14 horas semanales solo para el traslado de México a Atlanta, además de los días que pasa con la familia. ¿A qué hora preside el PAN?
“Pero hay más; Anaya realizó el vuelo México-Atlanta en 121 ocasiones, a un costo promedio de 50 mil pesos, lo que significa un gasto de 6 millones de pesos por viajar a ver a su familia.
“Pero si recordamos que Anaya gusta de la exclusiva clase Premier, el costo de sus viajes en esos 34 meses habría sido cercano a 10 millones de pesos, desde 2014 hasta octubre de 2016.
“Otro cálculo es aún más revelador. El vuelo México-Atlanta tiene una duración de cuatro horas, en promedio. Para salir rumbo al aeropuerto y cumplir con las tres horas previas de los vuelos internacionales, son otras
cuatro horas. Es decir, cada vuelo redondo consume dos días hábiles de ocho horas, para el señor Anaya.
“Si en 2016 realizó 71 vuelos en 10 meses y si viaja cada cinco días, resulta que Anaya vive en las nubes, literalmente.
“¿Cuánto gana el jefe nacional del PAN, como para disponer de entre 5 y 10 millones de pesos anuales sólo para el pago de los vuelos que lo llevan a ver a la familia?
“Eso sin contar el costo de dos casas; la de México y la de Atlanta; sin contar el gasto familiar de la vida en Atlanta y en la CDMX, la renta o la venta de la casa o el departamento donde vive, los choferes, ayudantes, sirvientes, la escuela de los hijos”. (Fin de la cita)
No, que nadie se equivoque, lo cierto es que Ricardo Anaya siempre ha sido un “clon” y un “palero” de López Obrador.
Y en la presidencial del 2024 Anaya tratará de repetir la historia.
Al tiempo.