Libros de ayer y hoy
Uno de los discursos recurrentes de López Obrador –cuando está claro que persigue a sus criticos y/o adversarios políticos–, es que él no es rencoroso; que lo suyo no es la venganza.
Así, con una formidable dosis de cinismo exclama: “lo mío no es la venganza ni el rencor”.
Lo cierto es que la realidad muestra todo lo contrario; están a la vista de todas las venganzas de AMLO contra Rosario Robles y Francisco García Cabeza de Vaca; contra el ministro Eduardo Medina Mora, el empresario Alonso Ancira, el expresidente Felipe Calderón; contra Enrique Alfaro y Adrián de la Garza y contra el INE y sus consejeros como Lorenzo Córdoba y Ciro Murayama.
Y, claro, la venganza pública y la grosera persecución –a los ojos de todos–, contra intelectuales y periodistas como Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín, Ángel Verdugo, Ciro Gómez Leyva, Carlos Loret, Pablo Hiriart, Pedro Ferriz y Ricardo Alemán.
Y viene a cuento el tema porque luego de la publicación del Itinerario Político del pasado viernes 28 de mayo, titulado: “¡El mundo descubre al verdadero AMLO!”, de nueva cuenta aparecieron cientos de bots a sueldo para difamar, calumniar y amenazar de muerte a Ricardo Alemán.
En dicha entrega documentamos que los señalamientos de la revista inglesa, The Economist, sobre el presidente mexicano no eran novedad alguna y que muchos en México, desde hace mucho tiempo, lo habíamos advertido.
Pero lo novedoso del asunto es que, entre muchos de los mensajes infamantes, calumniosos y amenazantes en mi contra, apareció una tendencia que pretendía negar mi participción como crítico de López Obrador.
Sí, de risa loca.
Por alguna razón hasta ahora inexplicable muchos bots se empeñaron en negar que Ricardo Alemán haya sido crítico de AMLO en el pasado y hasta negaron la persecusión que Obrador lanzó en mi contra el 6 de mayo de 2018 –mediante el pago de 10 millones de pesos a una empresa de bots–, que terminó con mi salida de todos los medios privados; prensa, radio y televisión.
Lo que pocos saben, sin embargo, es que la persecusión de López en mi contra empezó desde 1996, cuando –por esa misma persecución–, renuncié al diario La Jornada y acepté una invitación de El Universal para publicar el Itinerario Polìtico, de lunes a viernes.
Lo simpático es que la persecusión de AMLO en mi contra también continuó en El Universal.
Y precisamente sobre esa persecusión da cuenta el columnista Martín Moreno-Durán, en su entrega del 23 de septiembre del 2020, en el diario digital “Sin Embargo”, titulada: “AMLO y su hopocrecia con la prensa”.
Moreno-Durán relata tres historias que revelan la intolerancia de López Obrador con el periodismo crítico; una de ellas relacionada con mi trabajo y la crítica que desde hace más de 30 años realizo en este espacio.
A continuación, el fragmento en cuestión, de Martín Moreno-Durán.
“MONSIVÁIS. El columnista Ricardo Alemán ha sido, nos guste o no reconocerlo, una pluma critica de López Obrador desde que era jefe de Gobierno. Agrade o no su estilo, Alemán ha tenido razón en no pocas ocasiones sobre el comportamiento de AMLO y, sobre todo, sobre los riesgos si ganaba la Presidencia. Desde las páginas de El Universal, eran constantes sus críticas a AMLO.
“Corría el 2008. En ese entonces, el escritor y cronista Carlos Monsiváis – uno de los personajes más cercanos y melifluos con López Obrador-, también escribía en El Universal.
“Enojado por la columna “Itinerario Político” de Alemán, Monsiváis pidió cita con el dueño del periódico, Juan Francisco Ealy Ortiz.
“-Te quiero pedir un favor: quítale su columna a Ricardo Alemán. Ya sácalo. Tiene muy molesto a Andrés…-, le pidió Monsiváis abiertamente.
“Ealy Ortiz no le hizo caso. Y Alemán continuó escribiendo su columna por varios años más.
“Conclusión: los fanáticos cercanos a AMLO también han sido y son intolerantes a la crítica contra su líder. A pesar de que en su momento fueron críticos del PRI y PAN, cuestionar a López Obrador queda fuera de cualquier espacio de libertad de expresión. O con ellos o contra ellos. Como AMLO”. (Fin de la cita)
Como queda claro, López Obrador me ha perseguido por décadas; y también por décadas ha pretendido callar las voces que desde antes de su llegada al poder –en al antiguo Distrito Federal–, sabíamos y escribíamos que era y sigue siendo un peligro para México y para los mexicanos.
Sí, López Obrador es un dictador que debe ser frenado por el voto popular. Y sí, votar hoy por Morena es igual a no tener memoria y es, a querer o no, un voto contra México y los mexicanos todos.
Al tiempo.