Cambio de coordenadas
Por fin, el mundo descubrió quién es el verdadero López Obrador.
Por fin, el mundo reconoce que el presidente mexicano es un populista autoritario al que deben rechazar los votantes.
Por fin el mundo le dice a México y a los mexicanos que asistimos a “la última llamada”, antes de que López Obrador destruya la democracia toda y, con ello, se formalice la grosera dictadura que construye a paso veloz.
Por fin el mundo se atreve a decirle al mandatario mexicano –lo que incluso muchos mexicanos no se atreven–, que es un peligro para todo.
Lo cierto, sin embargo, es que no se trata de ningún descubrimiento lo que han reportado distintos medios de la prensa internacional, sobre México y, en especial, sobre el dictador López.
Lo cierto es que por décadas –desde antes del año 2000–, aquí advertimos el grave riesgo que corría la naciente democracia mexicana con un jefe de gobierno –del entonces Distrito Federal–, como Obrador.
Por años señalamos que el candidato presidencial, López Obrador, no solo era un peligro para la democracia, sino para México y los mexicanos.
Y por meses –y de manera abundante–, aquí documentamos el peligro que significaría el falso mesías y aventajado candidato presidencial, López Obrador, en los prolegómenos de la elección de julio de 2018.
Lo simpático es que, durante todo ese tiempo, muchos de los críticos de entonces –periodistas, escritores e intelectuales–, nos tacharon de “locos” y “exagerados” por advertir que un eventual gobierno de AMLO terminaría en una dictadura que provocaría la muerte de la democracia toda.
Claro, muchos de los mismos críticos, periodistas e intelectuales que hoy se quejan –con impensable miedo a las palabras–, del “dictador” López.
Y resulta que esos “nuevos críticos” del sátrapa y dictador de Palacio hoy se dicen sorprendidos por “la transformación” de Obrador.
Sí, los “neo-críticos” que por años creyeron el discurso “engañabobos” y “chabacano” del entonces candidato presidencial, hoy dicen que López es la misma “bestia” que AMLO prometió combatir para salvar al pueblo.
Sostienen que la “verdadera transformación” de López Obrador es la misma que lo ha convertido en el dictador que viola la Constitución, que manosea las elecciones, que sataniza adversarios, que acaba con la división de poderes, que endeuda al país, que destruye el sistema de salud, que provoca cientos de miles de muertos por el manejo equivocado de la pandemia y, sobre todo, el mismo que impone una grosera censura a los medios y persigue los críticos de su gestión.
Sin embargo, ante un hallazgo tan sorprendente como ese obliga las preguntas elementales: ¿de verdad hasta hoy abrieron los ojos? ¿Hasta hoy se dieron cuenta de quién es el verdadero López Obrador? ¿De verdad no se habían percatado de la “bestia” que siempre llevó dentro?
¿O será que asistimos a una ceguera y una sordera por conveniencia?
Si hasta hoy se dan cuenta del falso mesías y del sátrapa que siempre fue y ha sido López Obrador entones podemos concluir que esos periodistas, críticos e intelectuales reconocen que por voluntad propia permanecieron ciegos y sordos al dictador potencial que siempre exhibió AMLO.
La buena noticia, para fortuna de todos, es que no hay ceguera ni sordera que duren para siempre y tampoco existen pueblos que aguanten por mucho tiempo a los críticos ciegos y sordos.
Pero lo más simpático es que la luz y el ruido –que pudieran terminar con la ceguera y la sordera de muchos mexicanos–, debe venir de fuera; de allende fronteras, para que sea tomada en serio.
Y es que, en las últimas semanas, diarios como El País, de España, The New York Times y The Washington post, de Estados Unidos y los ingleses The Guardian y The Economist, han dedicado severas críticas al populismo de AMLO, a su fallido gobierno y al peligro de que termine en dictadura.
Y hace horas, éste último, The Economist, formuló una de las más severas críticas al presidente mexicano.
Desde el título, el reportaje es demoledor.
“El falso mesías de México. Los votantes deberían frenar al presidente de México, hambriento de poder”
Luego puntualiza que, en un mundo lleno de populistas, pocos voltean a ver al mexicano López Obrador, quien pudiera terminar por destruir la democracia mexicana.
Así lo dice: “En un mundo plagado por populistas autoritarios, el presidente mexicano de alguna manera ha escapado del centro de atención. Los liberales condenan furiosamente la erosión de las normas democráticas bajo Viktor Orban, de Hungría, Narendra Modi de India y Jair Bolsonaro de Brasil, pero apenas notas a Andrés Manuel López Obrador.
“Y eso se debe a que si bien carece de algunos de los vicios de sus pares populistas… lo cierto es que López Obrador es un peligro para la democracia mexicana…”.
El texto expone de manera puntual todo lo que sabemos los mexicanos; el engaño de las consultas a modo, el fracaso económico, el engaño de sus propuestas de “primero los pobres”, la polarización social y el gobierno fallido en materia de seguridad, violencia, salud y educación.
En pocas palabras, todo lo que por años aquí se ha dicho.
Se los dije: tarde o temprano el mundo descubrirá al verdadero López Obrador. Y ese momento llegó.
Al tiempo.