Líneas Quadratín
Las bandas criminales también votan.
Y en la elección del 6 de junio del 2021 los barones del crimen ya votaron en las elecciones tanto federal, como estatales, de Congreso Local y alcaldías.
Y el voto de esos grupos criminales en la elección más grande de la historia se ha llevado a cabo mediante métodos nada convencionales.
En realidad, se utilizan “los usos y costumbres” de los grupos mafiosos; la plata, el plomo, el secuestro y las amenazas.
Pero, además –y por pura casualidad–, el voto mayoritario de los criminales resulta favorable al partido oficial, Morena.
¿Y cómo sabemos que los criminales organizados votaron en su mayoría por el partido de López Obrador?
Elemental; porque casi el 60 por cierto de los hechos violentos –los crímenes, las amenazas, el secuestro y otros–, que se han producido contra precandidatos, candidatos y políticos, en general, apuntaron, precisamente, contra aspirantes identificados con la alianza PRI, PAN y PRD.
Sólo 17 por ciento de los ataques fueron lanzados contra precandidatos, candidatos y políticos vinculados con Morena, mientras que el restante 23 por ciento fue dirigido contra políticos de otros partidos.
De esa manera, de los poco más de 90 precandidatos, candidatos y políticos vinculados con partidos políticos y que han sido asesinados, por lo menos 55 se identificaban con la coalición del PRI, PAN y PRD, mientras que sólo 17 pertenecían a Morena y los restantes 18, a otros partidos.
Además, los métodos empleados por los sicarios y matarifes encargados de sembrar violencia y terror en la contienda electoral en curso son amenazas directas –a punta de pistola–, además del homicidio, el secuestro y el atentado contra familiares directos de los candidatos.
Y para tener una idea del nivel escandaloso de la violencia electoral, en las últimas 48 horas se han registrado 7 eventos que atentan contra la vida de igual número de aspirantes a puestos de elección popular, entre crímenes, amenazas y secuestros.
Por ejemplo, el pasado martes fue asesinada Alma Barragán, candidata de Movimiento Ciudadano en Moroleón, Guanajuato. A su vez, Omar Plancarte Hernández, aspirante del PVEM a la alcaldía de Uruapan, Michoacán, fue secuestrado y no aparecía hasta la tarde de ayer.
De igual manera, Xóchitl Flores, candidata de Morena a la alcaldía de Chimalhuacán, fue retenida por militantes de Antorcha Campesina. En tanto, Fermín Ruano Morales, aspirante a diputado federal por el distrito 08, en Ayutla de los Libres, Guerrero, fue golpeado por desconocidos quienes le exigieron renunciar a sus aspiraciones políticas.
En Acapulco, José Alberto Alonso, de Fuerza por México, fue atacado a balazos en Acapulco Viejo. Se encuentra delicado en un hospital.
Por si fuera poco, la tarde de ayer, el candidato al gobierno de San Luis Potosí, por la coalición PRI-PAN-PRD, Octavio Pedroza, recibió un mensaje intimidante en el que lo amenazan de muerte si no renuncia a su aspiración política.
Lo cierto, sin embargo, es que la elección aún no termina y permanece latente el peligro de una amenaza, un crimen y/o un secuestro contra alguno de los 21 mil aspirantes a distintos puestos de elección popular que participan en la contienda más grande de la historia.
Lo peor, sin embargo, está por venir.
¿Por qué?
Porque según fuentes castrenses, todo puede pasar en los estados de Veracruz, Guerrero, Morelos, Guanajuato, Zacatecas, Oaxaca y Michoacán, en donde se han registrado la mayoría de los hechos violentos contra políticos y candidatos; entidades en donde las bandas criminales apuestan fuerte por el control municipal, para favorecer a los candidatos de Morena
Incluso, el 90 por ciento de los más de 600 ataques a políticos y candidatos, que se han producido contra políticos, precandidatos y aspirantes a un puesto de elección popular, son contra funcionarios del nivel municipal.
Es decir, que el crimen organizado y sus brazos violentos van, sobre todo, por el control municipal, que es donde operan para sus negocios de drogas, extorsión, trata de personas y tráfico infantil.
Por eso, altos mandos militares, en activo, advierten sobre el peligro de que el día de la elección, el domingo 6 de junio, se produzca el mayor fraude de la historia; un fraude en donde la plata o el plomo podrían ser la mayor divisa.
Es decir, que, en no pocas entidades del país, junto a las casillas de votación los criminales amenazarán a los votantes para sufragar a favor de Morena.
Y ese fraude de Estado, verdadera narco-elección, será tolerado por las autoridades de no pocas entidades del país.
Al tiempo.