Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
¿Por qué razón ha resultado peor el gobierno de López Obrador que los mandatos de Gustavo Díaz Ordaz y de Carlos Salinas?
Porque Díaz Ordaz –igual que Luis Echeverría–, utilizaron a los militares para llevar a cabo la mayor represión sufrida por los mexicanos; tanto el 2 de octubre del 1968, como el 10 de junio del 1971.
Es decir, que en su momento, Díaz Ordaz y Echeverría lanzaron a militares y marinos contra las juventudes estudiantiles –la cimiente de la llamada izquierda mexicana–, que exigían libertades democráticas elementales.
Pero medio siglo después, los herederos de aquellos jóvenes y de aquella dizque izquierda votaron a favor de una represiva militarización que desde hoy cancela las libertades democráticas básicas, conquistadas luego de cinco décadas.
Y, en efecto, se hizo realidad el extraordinario poema breve del gran José Emilio pacheco: “De viejos (los dizque militantes de la izquierda mexicana) son todo aquello contra lo que lucharon a los 20”.
Pero el de AMLO también resultó un gobierno peor que el de Salinas, ya que a pesar de lo mucho que se le puede reprochar al salinismo, lo cierto es que esa gestión presidencial mostró gestos de una sensibilidad que no existe hoy en la tiranía de López.
Y el mejor ejemplo es que en respuesta al crimen de Norma Corona –luchadora incansable por los derechos humanos ultimada en mayo de 1990–, Carlos Salinas promovió la creación de la reputada Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)
La misma CNDH que López Obrador condenó a muerte al imponer –también mediante sus lacayos en el Congreso–, a una servil y ladrona como la señora Rosario Piedra, que sólo llegó a saquear y destruir esa institución.
Pero acaso lo peor es que la historia se repitió en los últimos días de agosto del 2022, cuando también en Sinaloa fue asesinada Rosario Rodríguez Barraza, otra madre buscadora que exigía justicia y de quien López Obrador no dijo ni una sola palabra y la CNDH no se ocupó siquiera para un responso.
Y frente a la confirmación de que el de AMLO resultó un peor gobierno desde los tiempos de Díaz Ordaz, el mandatario mexicano le regaló al mundo la confesión del mayor delito cometido en sus primeros 45 meses de gestión.
Sí, el pasado viernes López se dijo “arrepentido” de proponer a cuatro ministros de La Corte, quienes no se convirtieron en sus incondicionales
¿Y eso qué significa?
En efecto, resulta “la confesión reina” de que Obrador hizo todo para romper la “división de poderes”; piedra angular sobre la que se construye el Estado mexicano y cuya destrucción es un “crimen de Estado” que amerita juicio político y la destitución como presidente.
Pero vamos al paso a paso de las evidencias que confirman que el de López Obrador es un gobierno peor que los de Díaz Ordaz y Carlos Salinas.
Sin duda que la madrugada del pasado sábado 3 de septiembre del 2022 será recordada con pena y vergüenza.
Y es que el partido político que se adueñó de la herencia estudiantil del 68 y el 71 mexicanos –gestas estudiantiles aplastadas con la fuerza militar–, fue obligado por su dictador, Obrador, a votar una ilegal e inconstitucional militarización del país en la Cámara de Diputados.
Es decir, que los dizque herederos de la represión militar del 68 y del 71 fueron obligados no sólo a tragar sapos y serpientes y sino a condenar a todos los mexicanos a ser víctimas de la represión militar que se impuso desde la dictadura de López.
Vergüenza que cargaran de por vida fantoches del poder y la política como Pablo Gómez, Alejandro Encinas, Claudia Sheinbaum, Martí Batres y muchos otros sátrapas que por décadas repudiaron la militarización y la represión de Díaz Ordaz y Echeverría y que hoy avalaron la militarización y la represión impuesta por AMLO.
En pocas palabras, resulta que la presidencia de Obrador no sólo ha sido un fracaso sino que, en los hechos, ha sido peor que los gobiernos represores de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría.
¿Y por que resultó peor AMLO que GDO y LEA?
1.- Porque durante décadas, los vividores que hoy detentan el poder a través del Partido Morena, repudiaron la militarización del país, tanto en los gobiernos de Díaz Ordaz, como de Echeverría y condenaron la represión contra los estudiantes y los ciudadanos.
2.- Porque por años la claque de Morena censuró que militares y marinos asumieran la lucha contra el crimen –en los gobiernos de Calderón y Peña–, y de la noche a la mañana todos aplaudieron la militarización impuesta por el sátrapa López Obrador.
3.- Una “traición a la patria” que, además, cancela la promesa central de campaña de regresar a militares y marinos a sus cuarteles.
5.- Y porque hoy, tanto López Obrador como su partido y legisladores violaron todas las normas legislativas y la Constitución al votar a favor de la militarización del país.
En efecto, la votación de los legisladores de Morena y sus aliados a favor de militarizar la Guardia Nacional es uno de los mayores actos de ilegalidad legislativa y, por tanto, otra “traición a la patria” que debe ser castigada con el juicio político.
Pero igual de indignante resultó el crimen de la activista y buscadora, Rosario Rodríguez Barraza, a quien manos criminales le arrebataron la vida, igual que hace 32 años –en mayo de 1990–, fue asesinada Norma Corona, crimen que desencadenó la construcción de la CNDH, en el gobierno de Carlos Salinas.
Hoy, en el gobierno de López Obrador son miles de defensores de derechos humanos asesinados, en medio del desdén oficial y de la destrucción de la CNDH.
¿Y que dicen frente al nuevo crimen los dizque militantes de izquierda que se agrupan en Morena?
Con su silencio avalan la complicidad existente entre la administración federal y las bandas criminales; una complicidad que ratifica que el de López Obrador es el peor gobierno desde la gestión criminal de Gustavo Díaz Ordaz.
Al tiempo.