Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Sólo era cuestión de tiempo.
Sólo bastó que desde Palacio dejaran fuera a uno de los aspirantes presidenciales para que se produjera el rompimiento.
Una fractura del tamaño de la crisis que vive no sólo el Partido Morena sino el gobierno del presidente más mentiroso, López Obrador.
Y es que ha sido tal el tamaño de las mentiras que hoy incluso en Morena ya pocos le creen a Obrador.
Sobre todo no creen que elegirá al o a la mejor para la sucesión del 2024, sino que muchos saben que López prepara un grosero Maximato o, en su caso, un golpe de Estado para imponer su dictadura.
Por eso, un “animal político” como Ricardo Monreal cambió de estrategia y pasó de los amables encuentros en Palacio a la advertencia de que no quiere ser una extensión de AMLO.
Pero también es cierto que nadie en Morena le había dicho “pan al pan y vino al vino”, como Monreal.
Así lo dijo: “Creo que este momento debemos asumirlo con responsabilidad, cada uno… yo no quiero ser extensión del Poder Ejecutivo, no lo quiero; yo quiero que seamos un órgano de control constitucional… quiero que honremos la Constitución… que seamos un poder autónomo.
“Como los constituyentes del 57, como los del 17 o de 1824… nosotros no somos el Ejecutivo; somos un poder autónomo. somos un órgano equilibrador, no somos comparsa ni apéndice del Ejecutivo.
“Sí tenemos el mismo origen… pero tenemos que actuar con pudor constitucional… eso es lo que creo y el desdén es para un órgano legislativo… y si el problema es conmigo, que los invite a ustedes sin mi… yo no voy a esa reunión… pero no puede tratar a todos igual así… y si la diferencia es conmigo no lo merece ningún compañero senador” (Fin de la cita).
Luego, Monreal explicó: “para cambiar la naturaleza jurídica de la Guardia Nacional no basta un acuerdo o una ley ordinaria; es indispensable modificar la Constitución”.
Y sentenció: “solo deseo que haya respeto a nuestra autonomía… a mi la abyección no se me da, son un hombre libre, con criterio propio y autonomía propia; tengo mi propia vida y mi propia historia” (Fin de la cita)
En pocas palabras, Ricardo Monreal rompió con López Obrador; una fractura que lo convierte en “agente libre” para el 2024.
Y por eso obligan las preguntas.
¿Eso lo hace confiable para los opositores, los críticos de AMLO y para una eventual candidatura en la alianza “Va Por México”?
La respuesta es “no”.
¿Por qué?
Porque Monreal cambió de estratagema porque se juega su última carta; porque vive “la última llamada” y –frente a esa realidad–, es capaz de todo, incluso la confrontación y la traición a su “amado líder”.
Pero esa no es ninguna novedad.
¿Por qué?
Porque, por ejemplo, la ruptura de Monreal la adelantamos aquí, en el Itinerario Político del 20 de junio pasado, titulado: “Monreal, el único seguro en la boleta del 2024”.
Así lo dije: “Existe un fenómeno político-electoral que pocos han visto y que muchos otros se niegan a analizar con seriedad.
“Se trata del fenómeno llamado Ricardo Monreal, que ya desde hoy es una de las más sorprendentes “fugas” del pelotón de los precandidatos a la contienda presidencial del 2024.
“Y es que, por increíble que parezca y por sorprendente que resulte, el único aspirante que ya tiene un lugar en la boleta presidencial se llama Ricardo Monreal, curiosamente el más alejado de los afectos de Palacio, pero el que tiene la mayor cantidad de puertas abiertas entre los opositores.
“Incluso, no sería descartable que la final de la presidencial del 2024 pudiera resolverse entre alguno de los tres elegidos de Palacio y Monreal, quien sin dudas tendrá que buscar un partido distinto a Morena para cumplir sus aspiraciones de llegar al poder presidencial.
“Pero vamos por partes.
“Todos saben que Monreal es, de los cuatro potenciales aspirantes presidenciales de Morena, el que menos aparece en los afectos del presidente.
“Peor aún, está claro para todo el que quiera verlo, que Monreal es “el apestado” entre los elegidos de Palacio.
“Curiosamente, esa calidad de “malquerido” del presidente convierte a Monreal en “chile de más de uno de los moles” del 2024.
“¿Y eso qué significa?
“Que seguramente Monreal será relegado de Morena, ya que no cumple los estándares exigidos por López Obrador, para ser un sirviente leal, a toda prueba, para ser el más abyecto, el más arrastrado y el menos indigno.
“En pocas palabras, que es un hecho que Monreal serás echado del “paraíso” electoral llamado Morena por cometer el pecado político de pensar con cabeza propia y porque no cuenta con la confianza ciega, absoluta y sin condiciones de López Obrador.
“Y frente a esa realidad, Ricardo Monreal ya es hoy el candidato natural de esa farsa electoral llamada Movimiento Ciudadano, cuyo dueño, Dante Delgado, terminará por entregar gustoso la candidatura de su negocio familiar con tal de rechazar la eventualidad de una alianza opositora.
“Es decir, que Monreal ya tiene en la bolsa un partido político para jugar por la presidencial del 2024. Sin embargo, sus posibilidades se hacen más grandes frente al eventual fracaso de “las corcholatas” de López.
“Y es que frente al desmoronamiento de las candidaturas de la señora Claudia y de los señores Marcelo y Adán, la salvación de Morena y de su dueño, López Obrador, podría ser nada menos que Monreal.
“Pero tampoco es todo.
“Sí apelamos al refranero popular, que reza que: “para que la cuña apriete tiene que ser del mismo palo”, las posibilidades de Ricardo se amplían aún más frente a una eventual candidatura por la coalición “Va por México”.
“Y esa posibilidad tampoco es remota si se toma en cuenta que Monreal es de los pocos políticos que ha militado en cinco partidos a lo largo de su carrera política.
“Sí, es posible que el zacatecano cuente con los arrestos para derrotar a los candidatos de AMLO o, incluso para ser “el Plan B” de Obrador.
“Sin embargo, existe una pregunta aún sin respuesta: ¿Monreal será el más capaz y el mejor calificado para sacar a México del pantano al que lo ha llevado López Obrador? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Volví al tema apenas el pasado 26 de agosto, con el Itinerario Político titulado: “Marcelo y Monreal en “la rebelión” que viene”, en donde adelanté la ruptura planteada hace horas por Monreal.
A continuación un fragmento de aquella entrega.
“Para Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, la presidencial del ya cercano 2024 será lo más parecido a “la ultima llamada”.
“Es decir, la última oportunidad para alcanzar la codiciada y siempre anhelada postulación como candidatos presidenciales; estandarte que buscaron desde sus tiempos de priistas, perredistas y hoy “lopistas”.
“Por esas razones, hoy es posible pronosticar que tanto Ricardo Monreal, como Marcelo Ebrard no se quedarán quietos, tampoco callados y menos claudicarán en su última oportunidad de postularse al cargo presidente.
“Dicho de otro modo, resulta que en preparación para la decisión final; en espera del “dedazo de Palacio” que favorecerá a Claudia Sheinbaum, los señores Ricardo y Marcelo ya preparan el terreno, los escenarios y a sus respectivos equipos políticos para lo que será “su última carta”.
¿Y cual será esa “ultima carta”?
“Nos referimos a la “rebelión que viene” y que seguramente llevará a Monreal y a Marcelo a la boleta electoral del 2024, a pesar de que la decisión los confronte de manera directa con López Obrador, el dueño de Morena y el único e indiscutible “fiel de la balanza” para elegir al sucesor.
“Y es que como es sabido por todos, en la presidencial del 2024 sólo existe un lugar; una candidatura que será entregada a la más dócil, la más leal, la más fiel y –por todas esa razón–, la menos preparada para el cargo: la actual “regenta” de Ciudad de México.
“En efecto, las cualidades que harán candidata presidencial a la señora Sheinbaum son precisamente su inexperiencia política y su limitada iniciativa para el desempeño del poder pero, sobre todo, su formidable docilidad; propia de un cachorro que es incapaz de mirar de frente a su amo.
“La señora Sheinbaum es, en pocas palabras, “la mujer perfecta” para un Maximato como el que ya empezó a tejer López Obrador, quien luego del
2024 aspira a seguir “mangoneando” el poder a través de esa “títere” que siempre ha sido y que seguirá siendo la señora Claudia.
“Y frente a esa realidad obliga preguntar.
“¿Qué harán Monreal y Ebrard una vez que AMLO destape a Claudia?
“¿Se quedarán callados; apoyarán de manera ciega a la elegida; buscarán un partido para postularse y, con esa decisión, se atreverán a traicionar a López Obrador?
“¿En realidad la gran pregunta es si veremos el milagro de “la rebelión en la granja”. (fin de la cita)
Y de nuevo las preguntas.
¿Votarían por Monreal luego del rompimiento del zacatecano frente a López Obrador?
Al tiempo.