Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La violencia en México es peor que en la sangrienta guerra lanzada por el dictador ruso, Vladimir Putin, contra Ucrania.
Es decir, que en México el régimen de terror y muerte es más letal en el gobierno de López Obrador, que en la invasión lanzada por el dictador ruso contra su vecino de Ucrania
Y es que según cifras oficiales tanto de la guerra mexicana como de la batalla ucraniana confirman que López Obrador es más pernicioso y más peligroso para su pueblo –para la vida de cientos de miles de familias–, que el dictador ruso.
En Rusia los soldados al servicio de Putin invaden Ucrania y matan a todo aquel que intenta impedir su marcha de muerte, mientas que en México, los criminales organizados –aliados del presidente López Obrador–, matan a miles de ciudadanos indefensos; secuestran, desaparecen y provocan un éxodo de terror por todo el país.
Por ejemplo, según el reporte de Valery Zaluzhny, comandante en jefe del Ejército de Ucrania, desde que inició la guerra contra Rusia se han registrado al menos 9 mil soldados muertos.
La invasión de Rusia a Ucrania se declaró el 24 de febrero de 2022 y de manera ininterrumpida continúa a la fecha, con un saldo de poco más de 9 mil soldados caídos del bando ucraniano.
A su vez, en ese mismo lapso, en México se han registrado 19 mil 314 homicidios dolosos, lo que significa un país que no está en guerra, como el nuestro, ha producido poco más del doble de muertes a causa de la violencia criminal.
Es decir, que a lo largo de la Invasión rusa a Uncrania –y según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI)–, en México ha perdido la vida 10 mil 314 personas más que las vidas perdidas de ucranianos.
Dicho de otro modo, que la inseguridad en México –estimulada por la alianza perversa del Estado con el crimen organizado–, resulta 55% mas letal que la invasión armada de Rusia conra Ucrania.
Datos de terror que, sin duda, dejan claro que no solo el nivel de violencia e inseguridad que se vive en México durante la gestión de López Obrador, sino el tamaño del fracaso de un presidente empeñado en una suerte de extermino de los mexicanos, lo cual sebe ser atalogado como verdadera traición a la patria.
Y es que, por si lo han olvidado, del 1 de diciembre de 2018 al 22 de agosto del 2022 –justo en el gobierno de AMLO y según las cifras de su propio gobierno–, se han contabilizado más de 130 mil homicidios dolosos a lo largo del terrotirio nacional.
Peor aún, mas del 99% de esos crimenes permanecen impunes.
Pero el escándalo es mayor –y por eso el mandatario mexicano resulta un peligro mayor que cualquiera de los tiranos que hoy están en funciones en el mundo–, si hablamos de la escalofriante cifra de personas reportadas como desaparecidas en México.
Resulta que desde el 1 de diciembre de 2018 y hasta hoy se estima que el número de ciudadanos desaparecidos en nuestro país alcanza la descomunal cifra de 40 mil mexicanos cuyo paradero se desconoce.
Es decir, 40 mil familias; padres, madres, hermanos, tíos y abuelos que han perdido a uno de sus seres queridos sin saber dónde quedaron sus restos.
Pero eso sí, el gobierno de México y el presidente Obrador engañaron a muchos incautos con una supuesta Comisión de la Verdad para los estudiantes de Iguala; un discurso “engañabobos” que dizque llegaría al fondo del caso de “Los 43”; Comisión que no concluyó con nada nuevo, además de la detención arbitraria del fiscal que indagó el caso.
De esa manera queda claro que el escándalo mediático y político de los jóvenes de Ayotzinapa no fue más que un montaje –por parte de López Obrador y sus propagandistas–, frente a una realidad que mantiene en luto no sólo a 43 familias –lo que de suyo es grave–, sino a 40 mil núcleos familiares de todo el país, para las que no hay ni comisión ni verdad que valga
Pero no es todo; resulta que en una confesión que en toda democracia que se respete habría derribado al gobierno, el presidente mexicano dijo que Jesús Murillo –el titular de la PGR y quien llegó a la “Verdad Oficial” del caso Ayotzinapa–, “se auto incriminó” y habría asumió la responsabilidad del un supuesto crimen de Estado.
Lo cierto es que según “testigos protegidos” de la fiscalía general, Murillo les habría dicho a los padres de “Los 43” que el Estado mexicano fue el culpable del crimen en Iguala; una declaración que no se sostiene por ningún lado.
Pero si ese es el criterio de la “chabacana justicia mexicana”, el presidente Obrador hoy debía estar preso, ya que también en declaración de prensa, el propio mandatario reconoció que él y sólo él había sido responsable de liberar al criminal Ovidio Guzmán, luego que fue capturado por un operativo militar.
Pero tampoco ahí terminan las responsabilidades criminales del presidente mexicano.
También según cifras oficiales, hasta hoy son casi 700 mil las muertes no previstas y que fueron producto del mal manejo de la pandemia; muertes que sumadas a las contabilizadas de manera oficial nos llevan a una cifra de terror.
Es decir, que la deficiente respuesta oficial ante la pandemia de Covid, habría provocado casi un millón total de muertes a causa del virus.
Por eso las preguntas resultan obligadas.
¿Cuándo habrá un decreto para indagar y llevar a prisión al presidente responsable de 130 mil muertes violentas; de casi 40 mil desaparecidos, de un millón de muertos a causa de la pandemia?
Una Comisión especial sobre todos esos crímenes hoy tendría en prisión al criminal López Obrador; un presidente más letal que el dictador Putin.
Al tiempo.