Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Sin duda que la interrogante planteada arriba la formulan muchos mexicanos interesados en los resultados de la Cumbre de Líderes de América del Norte, que se llevó a cabo en México en las últimas horas.
Pero también es cierto que en los próximos días crecerán las dudas sobre los acuerdos, pactos y negociaciones nada claras entre los presidentes López de México, Biden de Estados Unidos y el primer ministro de Canadá, Trudeau, una vez que la prensa norteamericana y canadiense empiecen a revelar los entretelones de la Cumbre
Y es que si nos quedamos hoy con la pírrica información que trascendió en los medios mexicanos de las últimas horas, sin dudas llegaremos a la conclusión de que La Cumbre fue una visita sólo de cortesía, de discursos amables y de buenas intenciones.
Por eso obliga preguntar y repreguntar.
¿Qué pactaron los presidentes López y Biden?
¿Qué acordaron el presidente Obrador y el premier Trudeau?
¿De qué platicaron durante 90 minutos –a bordo de La Bestia–, los presidentes López y Biden?
¿Por qué los ciudadanos mexicanos no hemos conocido el dato duro del reclamo, los acuerdos, pactos y las negociaciones del gobierno de AMLO con sus homólogos del norte?
Y son obligadas las preguntas no sólo porque es responsabilidad del Estado mexicano hacer públicos los costos y beneficios de una Cumbre como la que vivimos sino que en el otro extremo, tanto el presidente Biden como el premier Trudeau seguramente que no regresarán a casa con las manos vacías.
Es decir, igual que muchos mexicanos, los ciudadanos norteamericanos y canadienses quieren respuestas a los graves problemas que plantea la relación trilateral en el marco del T-MEC; además de los conflictos de la relación bilateral entre México y Estados Unidos y México y Canadá, respectivamente.
Pero vamos al paso a paso.
¿A cuáles problemas nos referimos cuando hablamos de los conflictos provocados por México y que ponen en riesgo el T-MEC?
Vale recordar que López Obrador ha puesto en peligro el Tratado de Libre Comercio no sólo por sus delirios de llevar a México en dirección a dictaduras populistas como las de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, entre otras, sino por debilitar la democracia mexicana; por impulsar una estatización trasnochada, como en el caso del regreso al monopolio eléctrico, a través de la Comisión Federal de Electricidad.
Además de que las inversiones extranjeras y sobre todo las inversiones provenientes de Estados Unidos y Canadá, se ven en un grave peligro a causa de la exacerbada violencia criminal y del debilitamiento del Estado de derecho en México.
Todo ello sin contar con la incertidumbre que genera la cancelada División de Poderes en el Estado mexicano; la proclividad presidencial por violar la Constitución y el control casi absoluto del aparato de impartición de justicia, además del sistemático ataque al INE y a la prensa libre.
Y es que Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, ven con preocupación la eventual instauración de un Maximato en el 2024, a costa de la destrucción del INE y de la desaparición de las reglas electorales garantes de elecciones limpias, creíbles y equitativas.
Además, claro, del gravísimo problema que significa para la democracia y para el libre comercio, la evidente alianza del gobierno mexicano con las bandas criminales.
Por eso aquí creemos que tanto el presidente Biden, como el premier Trudeau, en corto no sólo “leyeron la cartilla” al presidente mexicano sino que consiguieron importantes compromisos por parte de López Obrador.
¿Qué compromisos?
Que pronto veremos no sólo la extradición de Ovidio Guzmán a Estados Unidos sino la captura de toda su banda criminal –incluidos sus hermanos–, además de la aprehensión y extradición de otros jefes criminales como El Mayo Zambada y Nemesio Oseguera, por citar sólo dos casos.
Sí, a riesgo de que la familia del presidente mexicano sea exhibida como el mayor grupo de saqueadores del país, López Obrador estará obligado a dar marcha atrás a sus ataques al INE; romperá sus alianzas con las bandas criminales y deberá formular un compromiso público de respetar el resultado de los comicios en el 2024.
Por lo pronto, mientras López Obrador seguirá mintiendo y engañando a sus feligreses sobre el resultado de La Cumbre, pronto conoceremos en la prensa norteamericana y canadiense el dato duro de los compromisos que hizo López Obrador con Joe Biden y Justin Trudeau.
Y es que “el matoncito” López alardea y amenaza en público para engañar a sus aplaudidores, pero en privado se dobla al primer grito.
Al tiempo.