Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
La imagen era el vivo retrato de la derrota.
A paso lento, flanqueada por dos mujeres, la ex jefa de gobierno caminaba por los pasillos de llegada de la T-2 del Aeropuerto de CDMX.
La aspirante presidencial que horas antes llenaba plazas, parecía invisible para quienes se cruzaban en su camino; para todos los que por momentos se emparejaban a su lado, en la terminal aérea.
Y es que a lo largo del trayecto que conduce de la puerta de llegada a los estacionamientos –en donde la esperaba un vehículo con escolta–, nadie se acercó a saludar a Claudia Sheinbaum, la más popular de los aspirantes de Morena a la presidencial del 2024.
Ni un apretón de manos, ni un gesto amable; tampoco un grito de ánimo a la distancia y menos una mirada indiscreta. Todos en la terminal aérea ignoraron a la preferida de Palacio para ocupar el cargo de presidenta.
Lo cierto, sin embargo, es que el feo apodo de “corcholatas” ya pasó a la historia y hoy los precandidatos presidenciales de Palacio son motejados por la voz popular como “los ahuehuetes”.
¿Y por qué el nuevo apodo?
Por una razón que está a la vista de todos; porque “no prenden”.
Es decir, que más allá del acarreo y el clientelismo; más allá de los costosos eventos masivos, ninguno de los “tocados por el dedo de Palacio” conectan con los ciudadanos y, según no pocas encuestas, se apagan día con día; “se secan” igual que el mítico ahuehuete de Paseo de la Reforma.
Pero lo más preocupante para el “destapador de Palacio” es que el fenómeno “ahuehuete” no sólo alcanzó a la señora Claudia, sino al ex canciller Marcelo; al ex titular de Gobernación, Adán y al ex senador Ricardo.
Por eso, frente al inevitable “fenómeno ahuehuete” que atrapó al partido Morena y a sus presidenciables, la irritación y el enojo en Palacio también se catalizó, al extremo de que ya resulta inocultable el enojo del dictador.
Enojo que se trasformó en costosa e ilegal campaña contra los factores que echaron por tierra el diseño presidencial para imponer un Maximato.
¿Y cuáles son los factores concurrentes que provocaron el fenómeno “ahuehuete” y el enojo de Palacio?
1.- El detonante que desvió la atención de los presidenciables de Palacio fue el acierto de los opositores al pactar una alianza cuyo objetivo último era buscar un candidato presidencial de unidad.
Y es que cuando nadie esperaba nada de los opositores –sobre todo PAN, PRI y PRD–, las dirigencias de los tres partidos llegaron a un acuerdo y propusieron la creación de un Frente Opositor, abierto a la sociedad civil y que sería encabezado por aquel que ganara la contienda interna.
2.- El segundo fenómeno que apareció de manera simultánea es la repentina, inesperada y meteórica construcción de la senadora Xóchitl Gálvez en torno al escenario presidencial.
Y que la hidalguense había trabajado por años para alcanzar la candidatura a jefa de gobierno de la capital del país, pero de forma impensable fue catapultada a la presidencial por las fobias de Palacio.
Como saben, Obrador intentó descalificar a la senadora hidalguense quien, a su estilo claridoso, exigió derecho de réplica, de frente al presidente.
Así empezó un choque frontal entre la senadora, una mujer de origen indígena y un arrogante presidente, que de manera pública la insultó, difamó, calumnió y ordenó una grosera campaña de desprestigio, con todo el peso del de las instituciones del Estado.
3.- Como no había ocurrido en décadas, resulta que la grosera embestida presidencial contra la empresaria Xóchitl, polarizó las preferencias electorales rumbo al 2024 y en cuestión de días la senadora ya se había convertido en la bandera de los opositores y de sectores amplios de la ciudadanía que están hartos de las corruptelas oficiales, de las mentiras, de la alianza oficial con el crimen organizado y, en especial, del farsante de Palacio.
4.- Y fue de tal magnitud el abuso de poder del presidente que no sólo los críticos del gobierno fallido de AMLO cerraron filas en torno a Xóchitl, sino que se sumaron a la hidalguense no pocos dirigentes de Morena, legisladores y aplaudidores a sueldo del oficialismo.
5.- Durante los primeros 20 días del mes de julio del 2023, más de una ocasión el 90 por ciento de los articulistas, columnistas y editorialistas se ocuparon del fenómeno Xóchitl en un solo día; fenómeno que no tardó mucho para convertirse en tendencia global.
Y es que en las últimas tres semanas los medios extranjeros han retomado la persecución del presidente mexicano contra la senadora hidalguense, a la que la prensa extranjera le otorgan todas las posibilidades de convertirse en una potencial presidenta.
Todo ello mientras que los “ahuehuetes de Palacio” no prenden y, al contrario, día a día “se secan”.
Pero que nadie se equivoque, López Obrador no es de los que se quedan en espera de la derrota. No, perseguirá a Xóchitl hasta el final. Y es capaz de todo. Y todo es todo.
Al tiempo.
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