Cambio de coordenadas
¡REPUDIO A LÓPEZ, EL GRITO DE LA CONSULTA!
RICARDO ALEMAN
La pregunta resulta obligada.
¿Quién perdió y quién ganó en la consulta del 1 de agosto, que llevó a las urnas sólo al 7% del padrón electoral, incluido un llenado ilegal de urnas?
Está claro que el primer gran perdedor se llama López Obrador, el payaso de Palacio que creyó que podía engatusar a los mexicanos con una consulta que nadie creyó; incluidos muchos de sus otrora feligreses.
También el partido oficial y sus paleros están entre los perdedores, que mintieron a los ciudadanos a sabiendas de que la consulta no serviría para llevar a juicio a los ex presidentes.
Perdió la Suprema Corte, cuyos ministros se prestaron a uno de los más costosos circos políticos de la historia; plebiscito que significó el gasto de más de 500 millones de pesos y que sólo convocó al 7 % de los potenciales electores; lo que arrojó un costo de casi 80 mil pesos por voto.
Perdieron todos aquellos mexicanos que debieron ser atendidos por sus carencias básicas, con los más de 500 millones de pesos que decidió tirar a la basura un gobierno locuaz como el de AMLO.
Pero la mayor derrota es a la legitimidad de López, quien llegó al poder con un aval de 30 millones de votos; que inició su gestión con el apoyo de 8 de cada diez ciudadanos y a quien hoy no sigue ni uno de cada diez.
Ese es el verdadero tamaño y significado de la derrota; arrepentimiento, corrección o rectificación de millones que llevaron al poder a Obrador.
Todo mientras que la mayor victoria estuvo del lado del INE; árbitro electoral que, a pesar de la guerra sucia lanzada en su contra desde el poder presidencial, fue la expresión más exitosa del fallido plebiscito.
Victoria que también se debe acreditar a los medios y periodistas críticos del fallido gobierno de AMLO
Y es que les guste o no a López y a su pandilla criminal, las críticas y sus señalamientos sobre los fracasos del gobierno federal hicieron una diferencia notoria; diferencia entre muchos arrepentidos de los 30 millones de julio de 2017 y los 7 millones de agosto del 2021.
Pero también ganaron los ciudadanos, que demostraron que no son fáciles de manipular y que, sobre todo, aprendieron las lecciones de julio de 2018, frente a junio del 2021 y, en especial, ante el resultado de la consulta de agosto de ese mismo 2021.
Lecciones que, como van las cosas, podrían resultar históricas para marzo del 2022, cuando llegue el momento de la llamada “revocación de mandato”, en donde los ciudadanos podrían echar del poder al peor presidente de la historia.
Y es que a lo largo de toda la jornada de consulta del domingo 1 de agosto, el mayor grito que se escuchó no fue el clamor contra los ex presidentes, como suponía el tirano de Palacio.
Tampoco vimos la alegría de quienes el 1 de agosto del 2021 refrendaron su voto por el gobierno elegido en julio de 2018.
Y menos fue posible ver que más mexicanos se hayan sumado al proyecto de AMLO, con su voto en la consulta.
La verdad es que el plebiscito del 1 de agosto del 2021 fue un ruidoso grito de repudio a López Obrador.
Repudio al presidente mentiroso que todos los días engaña, difama y calumnia a todos los sectores sociales que no comparten su realidad alterna.
Repudio al gobierno fallido en el combate a la violencia, en el fracaso a la responsabilidad de garantizar la seguridad y en la ruinosa economía que ocultar el fracaso en la lucha contra la pandemia, que ya costó la vida a un millón de mexicanos.
Lo cierto es que la consulta terminó en un poderoso grito de repudio al peor gobierno de la historia.
Y ese grito ciudadano; ese poderoso repudio al gobierno de López Obrador, es el más poderoso mensaje del fracaso del actual gobierno federal.
¿Será escuchado el clamor de repudio a AMLO?
Al tiempo.