Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Día a día, de lunes a viernes –y a veces también los fines de semana–, el presidente mexicano enfrenta una guerra sin tregua.
La guerra contra la realidad y la verdad; una guerra que ya lo tiene en la historia mundial, no como el más eficiente y el mejor mandatario, sino como el más mentiroso
Incluso, el presidente López Obrador ya está catalogado como el campeon mundiales de la mentira.
En efecto, con un récord de casi cien mil mentiras en los primeros 53 meses de gestión –cuatro años con cinco meses de gobierno–, el mandatario mexicano supera por mucho al mentiroso Donald Trump.
Sí, en los cuatro años de gestión, Trump apenas acumuló poco más de 30 mil mentiras o afirmaciones falsas, contabilizadas por la prensa norteamericana.
Es decir, que en 48 meses de gobierno, Trump apenas superó las 30 mil afirmaciones falsas, en tanto que en 53 meses, AMLO lleva casi cien mil mentiras: lo que significa que el mexicano es, hasta hoy, tres veces más mentiroso que el norteamericano.
Claro, además de que la cifra de mentiras salidas de Palacio sigue creciendo y algunas estimaciones señalan que llegará a las 120 mil mentiras al final de sexenio.
Y el mejor ejemplo de la descomunal guerra contra la verdad que a diario se libra en Palacio, la vimos apenas el pasado domingo, cuando algo grave ocurrió en torno a la salud del presidente, al extremo de que su gobierno prefirió ocultarlo mediante mentiras idiotas y contradicciones falaces.
Y fue tal el tamaño de las mentiras y las contradicciones que la tendencia en redes y plataformas digitales no era el presunto Covid del presidente, sino la duda ciudadana por lo ocurrido en la capital yucateca.
¿Qué fue lo que le pasó al presidente?
Nadie lo sabe, porque nadie le cree a su vocero, a su gobierno y a su secretario de Gobernación.
Pero también es cierto que pronto tendremos la respuesta a lo ocurrido, sea por investigaciones de los medios norteamericanos, sea por el espionaje del gobierno de Washington.
Por lo pronto vale recordar que desde el 10 de julio de 2018, a pocos días de la victoria electoral de AMLO, en el Itinerario Político titulado: “¡La dictadura va…!”, advertí lo que serían las mañaneras de AMLO.
Así lo dije: “El mensaje envenenado de las conferencias diarias está a la vista de todos. Resulta que Obrador mostró lo que será “la zanahoria y el garrote” a los grandes medios electrónicos –radio y televisión agrupados en la CIRT–, y que han dado groseras muestras de abyección al poder de un solo hombre.
“Y es que el virtual presidente dijo: “Vamos a tener comunicación directa. Voy a hablar con los medios de comunicación, con las empresas, para que nos ayuden a trasmitir estos mensajes y que ustedes puedan preguntar sobre cualquier asunto…” ¿Cómo debemos entender esa propaganda?
“Quiere decir que los mexicanos tendremos una “Cadena Nacional” –en radio y televisión–, todas las mañanas, en donde el nuevo presidente dirá lo que le plazca, sin más réplica que la de los reporteros.
“¿Y cómo impactará la comunicación entre los medios y el poder? Ese es el secreto del “mensaje envenenado”.
“Resulta que a través de los grandes medios –radio y tv–, el nuevo presidente hablará de manera directa con los ciudadanos, en lenguaje coloquial y –con ello–, le dará la vuelta a la jerarquización de las noticias, a la interpretación de los analistas y, por supuesto, a los críticos.
“Dicho de otro modo. Al utilizar una “Cadena Nacional” diaria a través de los medios electrónicos, el nuevo presidente convertirá a la prensa en su principal adversario y competidor –especialmente a la prensa crítica–, a la que combatirá a través de sus mensajes directos mediante la radio y la televisión.
“¿Quién, entre las grandes cadenas privadas de televisión y radio, se atreverá a decir “no” al presidente que tiene el poder absoluto? Volveremos al
tiempo del grosero culto al Presidente en los medios. Y ay de aquel que se niegue a complacerlo porque entonces será considerado enemigo del régimen y será tratado como tal. ¡Así empezó el control de los medios en Venezuela!
“Y si aún dudan, entre 2012 y 2015, Cristina Fernández, la presidenta de Argentina, realizó 96 cadenas nacionales. Rafael Correa, de Ecuador, realizó 666 cadenas nacionales en su mandato. Y entre 2013 y 2014, Nicolás Maduro, el dictador de Venezuela, realizó 355 cadenas nacionales.
“López Obrador propone, en su sexenio, mil 825 cadenas nacionales. Es decir, una diaria. ¡Más que cualquier dictador…!
“¿Prepara o no una dictadura en México…? Al tiempo”. (Fin de la cita)
De nueva cuenta el tiempo me dio la razón. Hoy las “mañaneras, con o sin AMLO, son la mayor propagada mentirosa de la dictadura “lopista”.
Al tiempo.
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