Itinerario político

¡Las razones para no dejar impune a AMLO!              

Con voz temblorosa por la rabia contenida, Claudia Sheinbaum ordenó casi a gritos: “¡Ya déjenlo en paz…!”.              

La “señora presidenta” se refería a la nueva ola de críticas a López Obrador, quien fue acusado de solapar a grupos criminales como los de Jalisco, responsables de operar el “rancho del terror” en donde se descubrió un centro de exterminio, al mejor estilo de la Alemania nazi.              

Sí, ahora resulta que, por decreto de Palacio, el expresidente Obrador es intocable y será impune, a pesar de que, a los ojos del mundo están las pruebas de que AMLO fue aliado de los principales grupos criminales, a los que solapó desde los tiempos en que fue presidente del PRD, en el lejano 1996.               Sí, en lugar de ordenar una investigación sobre la responsabilidad del expresidente en la epidemia criminal que ha vivido México desde ese 1996, la presidenta regaña no sólo a los opositores y a los medios, sino que le ordena a todo su gobierno, “que dejen en paz” a uno de los mayores criminales de la historia mexicana; a López Obrador.              

Y es que, le guste o no a la presidenta, el único responsable de las sucesivas crisis de violencia, inseguridad, corrupción, salud pública y en el fin de la democracia y la división de poderes, se llama López Obrador.              

Y por esa razón, porque tiene que pagar por su irresponsabilidad, el expresidente no puede seguir impune y no sólo debe ser llamado a cuentas por las instituciones del Estado mexicano, sino que debe ser llevado a prisión.              

Y también por eso, aquí las 10 razones para “no dejar en paz” al peor presidente de la historia mexicana.              

1.- En efecto, López Obrador empezó su carrera delictiva justo cuando llegó a la presidencia del PRD, en 1996, cuando ofreció cargos públicos a bandas criminales como Guerreros Unidos, asentada en el estado de Guerrero.              

2.- El primer crimen colectivo y en donde también las víctimas fueron asesinadas y cremadas, lo cometió el jefe de Guerreros Unidos, José Luis Abarca, socio de AMLO y responsable del secuestro, incineración y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.              

Resulta que Obrador hizo candidato y luego alcalde de Iguala, a José Luis Abarcas, quien era jefe del grupo criminal Guerreros Unidos y quien financió, con dinero socio, el nacimiento del partido Morena.              

3.- En el año 2000, ya como jefe de gobierno del DF, Obrador pactó con bandas criminales como las de Tláhuac y Tepito, entre otras, a cambio de impunidad. En esos años se desató la mayor ola de secuestros en la capital del país, al extremo de que Obrador se burló, públicamente, de miles de ciudadanos que protestaron por el secuestro, la inseguridad y la violencia, en la llamada “marcha blanca”.              

4.- Desde 2005 y hasta 2018, López Obrador construyó no solo sus candidaturas presidenciales, sino su propio partido, Morena, el que puso al servicio de las bandas criminales de todo el país, como los cárteles de Sinaloa, Jalisco, Zetas y muchos otros, quienes financiaron a los candidatos de Morena en todo el territorio nacional y en todos los puestos de elección popular, como alcaldes, gobernadores, legisladores y el propio cargo de presidente.              

5.- Por eso, la de 2018 fue la primera “narco-elección” presidencial, que llevó al poder al primer #NarcoPresidenteAMLO, quien llegó al cargo con la promesa de amnistía a los capos del crimen y con propuestas absurdas como “abrazos y no balazos”.              

En un exceso de mitomanía, López dijo que al día siguiente de iniciado su gobierno, las bandas criminales dejarían las armas a cambio de tractores y que la violencia criminal se combatiría desde su origen.              

6.- Sin embargo, la realidad fue totalmente distinta ya que, como nunca y gracias a la alianza del partido Morena con los cárteles criminales, las mafias crecieron hasta el extremo de colocar “narco-alcaldes”, “narco-gobernadores”, “narco-diputados” y se convirtieron en el verdadero poder en casi todo el país.              

7.- Al final del sexenio, la violencia criminal había provocado más de 200 mil muertes violentas; más de 50 mil desaparecidos, miles de feminicidios y la muerte de poco más de 80 periodistas. El peor gobierno de la historia.              

8.- Pero el de Obrador también fue uno de los sexenios más corruptos de la historia, ya que militares y marinos fueron llevados a la construcción de las obras emblema –Tren Maya, Refinería Dos Bocas y AIFA, entre otras–, en donde el saqueo fue descomunal. La corrupción se generalizó en el gobierno federal, en casos escandalosos como el de Segalmex y en todos los gobiernos estatales y municipales en manos de Morena.              

9.- Además, López desmanteló todo el sistema de salud pública, al extremo de que en el sexenio murieron poco más de un millón de mexicanos, a causa del deficiente servicio de salud y el mal manejo de la pandemia.              

10.- Y no es menor la responsabilidad de Obrador en la destrucción de la democracia mexicana, ya que desde el Ejecutivo se rompió la división de poderes, se capturó al Instituto Electoral, se destruyó la CNDH, y todos los órganos independientes, además de que endeudó al país como nadie.                

Por todo lo anterior y, en especial por su vínculo con el crimen organizado, López Obrador debe ser llevado a rendir cuentas, antes que “dejarlo en paz”, como clama la presidenta.              

¿Algún día veremos a López Obrador rendir cuentas por sus crímenes?              

Al tiempo.