Libros de ayer y hoy
Sin duda resulta aplaudible la iniciativa de Letras Libres para exigir a
los medios de comunicación mexicanos –prensa, radio y televisión–, un
mayor compromiso con la equidad informativa, sobre todo en un momento
crucial para la democracia.
Sin duda –como lo dice la carta abierta de los amigos de esa casa
editorial–, no pocos medios sucumbieron a las presiones propagandistas
oficiales, propias de gobiernos autoritarios, como en los tiempos del viejo PRI.
Y tampoco existe duda de que es responsabilidad de todos contribuir a
una saludable competencia electoral, con plenas libertades –como las de
expresión, información y opinión–, además de las infaltables pluralidad y
equidad en medios, durante un proceso electoral como el que vivimos.
Sin embargo, también resulta obligado cuestionar los tiempos, los
modos y las razones de una convocatoria sin duda tardía, timorata y temerosa.
Y es que por poco y los convocantes de Letras Libres formulan su
llamado el día de la elección; por poco le advierten al ciudadano que no diga y
no haga nada y, por si fuera poco, no mencionan por su nombre a los grandes
medios de prensa, radio y televisión que se someten a las presiones de Palacio.
¿Por qué hasta hoy una carta abierta a favor de la equidad informativa
de los medios, cuando la presión palaciega contra periodistas y medios
empezó desde antes de la elección presidencial de 2018?
¿Por qué la timorata alusión genérica a los medios, sin llamar a ninguno
por su nombre, en particular, cuando por años todos han visto que las grandes
cadenas de radio y televisión y los grandes diarios son empresas “peleles” de
los gobiernos en turno y, en especial, del sátrapa Obrador?
¿Por qué un llamado temeroso, que contrasta con la potente denuncia de
Manuel J. Clouthier, antes del arranque de la presidencial de 1988, cuando
propuso un exitoso boicot a Televisa?
Sí, por momentos parece que “los abajo firmantes” acaban de descubrir
la inequidad informativa, la presión desde Palacio a medios, periodistas y
dueños de las grandes cadenas de televisión, radio o los grandes diarios
Peor aún, algunos “abajo firmantes”, como Enrique Krauze, no solo
aplaudieron la persecución de AMLO contra el autor de Itinerario Político, en
mayo de 2018, sino que hoy es “cliente frecuente” de Palacio
Luego de aquella campaña de difamación y calumnia lanzada en mi
contra, en el Itinerario Político del 9 de mayo de 2018, dije que se trataba de
un peligroso mensaje del futuro gobierno, que le advertía a los críticos y a los
medios cual sería el trato en la gestión de López.
Así lo dije: “En el fondo, los que lincharon a Ricardo Alemán le avisan
a todos los mexicanos lo que será el trato con los críticos en un gobierno de
Morena; el que se atreva a disentir será linchado. No callan a Ricardo Alemán
–al que no callarán–; cancelas las libertades y la democracia mexicana toda.
“Y si hoy me difamaron y calumniaron, si fueron capaces de un montaje
monstruoso como el que hizo recular a Televisa y puso en peligro a Milenio
–por las presiones de dentro y fuera–, mañana será cualquier otro crítico de
Morena y luego será tal o cual medio, empresa o institución mediática… Sí,
los carniceros de hoy serán las reses de mañana. Al tiempo” (Fin de la cita)
En efecto, no pocos de los “abajo firmantes” fueron carniceros del
linchamiento en mi contra y hoy son las reses “de la carnicería” desatada por
AMLO contra medios y críticos.
¿Pero qué dice Letras Libres, sobre la “Equidad en los Medios”?
Aquí un fragmento: “La lucha por la equidad en la cobertura de los
medios a todas las candidaturas y campañas fue parte esencial de la transición
democrática. No obstante, el tiempo ha mostrado que los avances en las leyes
electorales han sido insuficientes. En las prácticas, los medios pueden cumplir
cuantitativamente con tiempos equitativos pero también pueden privilegiar
cualitativamente una candidatura en detrimento de las demás.
“El discurso del presidente López Obrador acerca del “cerco mediático”
en su contra y la hostilidad que, afirma, recibe por parte de la mayoría de los
medios de comunicación, no resiste el análisis factual. La verdad es lo
contrario: hoy la presión de Palacio Nacional sobre los medios es similar a la
que se ejercía desde Los Pinos en tiempos del antiguo sistema político.
“La prensa, la radio y la televisión están padeciendo esos embates que
buscan privilegiar a la candidata del oficialismo en detrimento de la candidata
de oposición. El caso de la radio y la televisión es particularmente grave,
porque son los medios que llegan a un amplio público. Por ello, quienes
suscribimos este documento demandamos que en los canales estelares de la
televisión abierta y en los horarios de máxima audiencia, se den iguales
espacios de cantidad a ambas candidatas, tanto en cobertura como en
entrevistas.
“De ese modo la ciudadanía podrá conocer de primera mano qué
representa cada una de ellas y estará en condición de decidir responsablemente
su voto”. (Fin de la cita)
Y luego de lo anterior, obliga volver a preguntar: ¿Por qué hasta hoy ese
puñado de reputados periodistas, escritores, opinadores e intelectuales
mexicanos se animan a demandar lo que timoratos no demandaron desde la
llegada de AMLO al poder?
Aquí lo demandé desde el 5 de noviembre de 2018, en el Itinerario
Político titulado: “¿Domesticaron a la IP?”, en donde propuse la tésis de que
los grandes capitales del país y los grandes medios de comunicación “no han
entendido el papel histórico que impone un inevitable cambio de régimen y hasta
creen que ellos serán capaces de domar al populista en el poder”.
Así lo dije: “¿Dónde están los modernos Eugenio Garza, Manuel
Clouthier y aquellos gigantes empresarios que empujaron los ideales de
Gómez Morín, ante el populismo de Cárdenas, Echeverría y López Portillo?
“Hoy, pocos hombres de empresa parecen dispuestos a combatir al
populista López, a pesar del manotazo autoritario del derrumbe del NAIM.
“Por eso, frente al atolondramiento empresarial, vale recordar que en
septiembre de 1973 un grupo de la liga comunista 23 de septiembre asesinó al
patriarca del empresariado regiomontano, Eugenio Garza Sada en un supuesto
intento de secuestro. Entonces el empresariado cerro filas y condenó al tirano.
“Otro septiembre, pero de 1982, en su último informe, José López
Portillo anunció la nacionalización de la banca. En respuesta, Manuel
Clouthier –mítico dirigente de Coparmex y del CCE–, chocó contra el
populismo estatista de “Jolopo” y movilizó al empresariado de todo el país.
“El resultado fue un ingreso masivo de la IP al PAN –entre ellos
Vicente Fox–, quienes derrotaron al populismo desde la trinchera política. Ya
en 1939, muchos empresarios se habían sumado al movimiento de Manuel
Gómez Morín, contra el populismo de Cárdenas, que dio origen al PAN.
“¿Dónde están hoy los empresarios? ¿Los domesticó el populismo
“lopista”? Al tiempo”. (Fin de la cita)
Volví al tema en el Itinerario Político del 7 de enero del 2022, titulado:
“AMLO domesticó a los empresarios” y abundé en el vergonzoso papel de no
pocos hombres de empresa mexicanos cuyos ancestros huyeron de sus países
de origen –víctimas de las tiranías de Hitler, Moussilini y Franco–, y que hoy
en México apoyan sin chistar la tiranía de López Obrador.
Así lo expuse: “Resulta vergonzoso el papel que jugan en la dictaura
mexicana empresarios como Carlos Slim y los dueños de poderosos medios
como Milenio, Televisa, Azteca, Imagen, Fórmula y otros que avergonzarían a
valientes como Eugenio Garza y Manuel Clouthier, que no sólo crearon
empleos y fortuna sino que defendieron libertades fundamentales y edificaron
la democracia mexicana. Al tiempo” (Fin de la cita)
En efecto, debe ser aplaudida la exigencia de los colaboradores y
amigos de Letras Libres sobre la equidad de medios, pero no deja de ser un
llamado tardío, timorato y temeroso. Al tiempo.