El presupuesto es un laberinto
Aquí no sabemos quien –entre las señoras Xóchitl y Claudia–, se alzará
con la victoria electoral el 2 de junio próximo.
Tampoco sabemos si los 30 millones de idiotas y fanáticos que llevaron
al poder al #NarcoPresidenteAMLO siguen en ese letargo de estulticia que
hizo presidente a un criminal y ladrón como López Obrador.
No sabemos si reaccionará de manera positiva una sociedad agraviada
por uno de los peores gobiernos de la historia, como el de Obrador.
Y, por supuesto que tampoco estamos seguro de que, entre esa sociedad
ofendida, burlada, engañada y despojada, aparecerá en las urnas la enjundia
necesaria para derribar todos los obstáculos que ha colocado en el camino
electoral el dictador de Palacio.
Sin embargo, lo que sí sabemos, porque está a la vista de todos es que,
desde Palacio, López diseñó y opera la peor “narco-elección” que se haya
conocido en la historia mexicana.
Una elección de Estado acompañada por la fuerza criminal de los socios
del presidente, los cárteles de la droga y el crimen, quienes se alistan para
apoderarse no sólo de la #NarcoPresidencia, sino de un mayor número de
De ese tamaño es el peligro que se cierne sobre la democracia mexicana
y contra las instituciones de la democracia toda. Y si lo dudan, los signos de la
políticos, candidatos, líderes sociales y periodistas.
Además de la aparición del #NarcoTerrorismo, como el que vimos el
pasado martes 5 de marzo del 2024 en Michoacán –una bomba sembrada en
una carretera destrozó a tres personas–, y la violencia extrema contra la mayor
institución del Estado; el presidente, cuyo Palacio fue violentado por primera
ocasión en la historia por un grupo de encapuchados que ridiculizaron a
militares y policías, en un claro montaje para desatar la violencia del Estado.
Todo ello sin contar con la criminalidad incontenible en todo el país, lo
que confirma que el de AMLO, más que un gobierno, es un verdadero cártel
criminal que se impuso la tarea de aferrarse al poder al precio que sea.
Pero tampoco asistimos a novedad alguna. No, en el Itinerario Político
titulado: “Morena, cártel criminal en la bolea electoral”, del 9 de enero pasado
advertí lo que hoy está ocurriendo.
Así lo dije: “El principal adversario que enfrentarán los opositores
mexicanos en la contienda presidencial del 2024 no se llama Morena y
tampoco son los dueños del partido, sus candidatos o el mismísimo presidente.
“No, la verdadera fuerza que enfrentará el voto ciudadano opositor es al
poder del crimen organizado y de su #NarcoPartido, sus #Narcogobiernos y
los #NarcoCandidatos que postulará el partido oficial por todo el país…
“Y es que, en los hechos, desde su origen, Morena no fue concebido y
tampoco nació como un partido político convencional; una ideología política
que busca acceder al poder. No, lo cierto es que Morena siempre fue creado
como un “cártel-político”; un grupo mafioso cuya ideología es alcanzar el
poder por la fuerza, la violencia, la extorsión y el crimen.
“Por eso, no resulta descabellado señalar que, en la boleta electoral del
2024, no estarán los aspirantes de Morena sino los “narco-candidatos” por los
que votarán electores ingenuos o fanáticos.
“Y ahora las preguntas: ¿Por qué y para qué asesinar a aspirantes
opositores a puestos de elección popular? La respuesta la conocen todos.
“1.- Con el asesinato de tal o cual opositor, los dueños de “las plazas”
criminales –en municipios, estados o posiciones federales–, mandan un
mensaje claro y contundente: “plata o plomo”.
“2.- Al asesinar a un opositor al partido oficial, Morena le deja el
camino libre a los “narco-candidatos” y garantiza la hegemonía del poder a los
jefes de las “plazas dominantes” donde pretendía gobernar el opositor.
“3.- De esa manera, asesinar a candidatos opositores; alcaldes,
regidores, diputados locales y federales, garantiza la victoria al partido oficial
y, al mismo tiempo, asegura la permanencia en el poder del cártel dominante.
“Y es que, por si no lo sabían, la verdadera batalla por el 2024 se dará
“en la parte de abajo” de la elección. Es decir, en los distritos electorales y en
los municipios; territorios en donde el crimen organizado desplegará su fuerza
a favor de Morena; votos arrancados por “la plata y/o el plomo”…
“Pero tampoco es nuevo, ya que lo mismo ocurrió en las elecciones
federales de 2018 y 2021 y en las estatales del 2022. El problema es la
desmemoria colectiva que amenaza con otra #NacoEleccionFederal.
“Si, la de 2018 fue una #NarcoElección, de la que resultó electo el
NarcoPresidente Obrador. Y sí, en el 2024, en la boleta electoral muchos
idiotas votarán por el #NarcoPartidoOficial, llamado Morena y por la
Y por eso obliga volver a las preguntas: ¿Seremos capaces, como
sociedad, de derrotar en las urnas al mayor ejército electoral de la historia; al
ejército del crimen organizado? ¿O, de nueva cuenta seremos derrotados por la