Líneas Quadratín
AMLO: ¡pruebas del narco-gobierno! (I)
RICARDO ALEMAN
Según fuentes de Palacio, la negativa del presidente López Obrador a asistir a la Cumbre de las Américas tiene un trasfondo oculto que va mucho más allá de la “chabacana” defensa de las dictaduras de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Sí, en el primer círculo del gobierno “lopista” dicen que el mandatario teme que durante la Cumbre un sector de la prensa de aquel país pudiera revelar documentos del presunto financiamiento y los nexos del crimen organizado y el narcotráfico con la construcción de Morena.
El presidente querría evitar lo que en su primer círculo llaman “una celada”, ya que desde 2019 la DEA y el FBI se han encargado de recopilar toda la evidencia posible sobre lo que ya configuran como un “narco-partido”.
Incluso las pruebas se fortalecieron a partir del asesinato del empresario Sergio Carmona Angulo –ultimado a balazos el 22 de noviembre del 2021 en el exclusivo municipio de San Pedro Garza García de Nuevo León–, conocido huachicolero de Tamaulipas y cuyo hermano, Julio, solicitó protección a las agencias norteamericanas a cambio de revelar todo sobre el negocio familiar.
En pocas palabras, aportó datos y documentos de que “El Rey del huachicol” en Tamaulipas financio a Morena y a distintos candidatos a puestos de elección popular en esa y otras entidades.
Pero en realidad los indicios de que Morena y López Obrador mantienen presuntos vínculos con el crimen organizado vienen de lejos.
Por ejemplo, en la última década aquí he documentado, paso a paso, una larga lista de eventos que confirman la participación criminal en la construcción de Morena y del candidato López Obrador.
Y ese fue el caso del Itinerario Político del 15 de febrero de 2017, titulado: “¿Financia el `narco´ Morena?”, con el que empezó una serie de entregas en las que documenté, con datos duros, los crecientes vínculos del narcotráfico y el crimen organizado en la construcción de Morena.
Y si lo dudan, aquí el texto íntegro de hace más de cinco años:
“Luego del crimen de los 43 de Iguala –en Guerrero–, pregunté si el narcotráfico y el crimen organizado estaban vinculados con el financiamiento del naciente partido Morena, de AMLO.
“La interrogante era obligada –a pesar de miles de menadas de madre y que abundaron las amenazas de muerte–, porque en Iguala y en todo Guerrero solo AMLO no sabía que los Abarca –el alcalde en funciones y su esposa, candidata de Morena a sucederlo–, eran los jefes reales de la más poderosa banda criminal del estado.
“Y es que como aquí lo documenté en su momento —con textos, videos y audios—, en sus últimas decisiones como jefe real del PRD, López Obrador impuso a José Luis Abarca como candidato amarillo a la alcaldía de Iguala, a pesar de que parte del pueblo sabía y exigía a gritos que no metiera al narcotráfico al PRD.
“Obrador no escuchó y tampoco hizo caso a las exigencias de la gente. Impuso a los Abarca y el resto de la historia todos la saben.
“¿Por qué López Obrador no escuchó y por qué impuso a José Luis Abarca, a sabiendas de que la esposa de éste era parte de la más poderosa familia criminal en Guerrero?
“La respuesta la saben todos en el PRD, pero pocos se atreven a hablar del tema. Los Abarca fueron protegidos por López porque financiaron el activismo de AMLO en la construcción del naciente partido Morena.
“Y cualquiera podría preguntar: ¿Las pruebas? Y, en ese caso, la respuesta sería la misma de Bejarano en el escándalo de las ligas: López Obrador sabe todo, “pero no es tonto”.
“Y viene a cuento el ejercicio memorioso, porque el pasado fin de semana, durante su campaña presidencial ilegal por Nayarit, el tabasqueño calificó de “masacre” el enfrentamiento acontecido el pasado jueves en Tepic, donde un operativo de las Fuerzas Armadas abatió a 16 integrantes del Cártel de los Beltrán Leyva, entre los que se encontraba Juan Francisco Patrón —alias El H2—, líder del grupo delincuencial.
“Sin pruebas, Obrador acusó a las Fuerzas Armadas de “ajusticiar” a los delincuentes en lugar de detenerlos y dijo que la mayoría de las “víctimas” eran jóvenes, a quienes “la política neoliberal les canceló el futuro y los empujó a tomar el camino de conductas antisociales”.
“El ilegal candidato presidencial no perdió la oportunidad de transformar su defensa de los delincuentes en un acto de campaña anticipada. Prometió que cuando triunfe Morena “se acabará la guerra”. (Ojo, desde hace más de cinco años Obrador anuncio lo que hoy pregona como presidente)
“Y afirmó que, en lugar de “enfrentar la violencia con violencia”, se apoyará a los jóvenes, se impulsará el campo y habrá trabajo para todos.
“El populismo con idénticos recursos discursivos de Chávez y Maduro en Venezuela, de Evo Morales en Bolivia, de Cristina Fernández en Argentina y con un rancio tufo del viejo PRI.
“Es decir, por decreto y por un deseo divino los males se transformarán en bondades y ¡todos a vivir en el reino del amor!
“Pero más allá del populismo discursivo, lo cierto es que aparecen puntos convergentes entre los afanes de AMLO por imponer a los Abarca en Iguala y la defensa del crimen organizado en Tepic.
“¿Por qué razón, de manera repentina, López Obrador aparece como defensor del crimen organizado que campea en Nayarit? ¿Por qué López inventa mentiras monstruosas sobre la supuesta muerte de niños o jóvenes por parte de las fuerzas federales?
“¿Por qué el cuento de que los criminales fueron ejecutados, antes que pedirles permiso y perdón para ser detenidos, a pesar de que recibieron a balazos a los marinos?
“La respuesta tiene una explicación en un sector de la prensa local y en testimonios de periodistas regionales que, en redes y en portales, han documentado la abundancia de dinero en la campaña de Morena; la repentina aparición de modernas y costosas camionetas al servicio de Morena que recorren pueblos y rancherías regalando todo tipo de despensas y enseres.
“Es decir, que de la noche a la mañana –y de la nada–, apareció en todo Nayarit un naciente partido que tiene una costosa estructura capaz de movilizar todos los recursos necesarios para ganar votos; partido que se llama Morena.
“¿Quién, en un estado dominado por el narcotráfico, financia a ese partido? ¿Por qué la defensa incondicional de AMLO a las bandas criminales de Nayarit?
“Sí, parece que asistimos a la misma historia de Iguala, en donde un alcalde del PRD, impuesto por AMLO, es culpable del crimen más atroz en décadas, cometido en un estado gobernado por el PRD, y México y el mundo terminan crucificando y culpando de ese crimen al gobierno federal del PRI.
“Sería de risa loca, si no es por el fondo perverso. La película en Nayarit es parecida a Iguala y los personajes los mismos. ¿Veremos de nueva cuenta el mundo al revés? ¿La posverdad volverá a ganarle a la verdad?
“Por lo pronto, Miguel Osorio, secretario de Gobernación, decidió alzar la voz. ¡Basta de mentiras y patrañas…!, dijo.
“Y acusó a López Obrador de usar, con fines político-electorales, la lucha contra el crimen.
“Por eso la pregunta: ¿Hasta cuándo el gobierno federal revelará si existen nexos del narco con células de Morena? Al tiempo”. (FIN DE LA CITA)
Como queda claro, desde hace más de cinco años era evidente que con el partido Morena nacía no sólo un “narco-partido” sino un “narco-gobierno”; parto criminal que no quisieron ver sólo quienes cerraron los ojos.
Al tiempo.