Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
El video no solo fue tendencia global, sino que lo vio el mundo entero.
Eran imágenes de una refriega, a balazos, machetazos y palos, ocurrida el pasado viernes, entre habitantes del municipio de Texcaltitlán, en el Estado de México y criminales pertenecientes a La Familia Michoacana.
La disputa se produjo luego que los criminales impusieron un nuevo “cobro de piso” a agricultores de la región, quienes se negaron a pagar.
En respuesta, sicarios dispararon contra los agricultores que, respondieron con escopetas, machetes y palos; gresca que terminó con un saldo de 11 sicarios muertos y 3 agricultores abatidos.
De inmediato las imágenes se convirtieron en tendencia y de forma repentina muchos en México se dijeron sorprendidos por el nivel de la violencia que se vive en la entidad mexiquense.
Por si fuera poco, horas después, en Malinalco, también en el Edomex, se produjo un nuevo enfrentamiento entre integrantes de un grupo criminal y un convoy de policías y militares, con saldo de un uniformado herido.
Poco después de los dos choques entre bandas criminales, ciudadanos, policías y militares, de gira por los estados de México y Guerrero, López Obrador no solo minimizó lo ocurrido, sino que dijo que todo estaba “bien y de buenas”, mientras Delfina Gómez pidió unidad y paz.
Tanto el presidente, como la gobernadora, pidieron acabar con las extorsiones “entre todos”, como si no fuera responsabilidad de Estado y sus instituciones brindar protección a los mandantes, que son los ciudadanos.
Lo cierto es que a nadie debe sorprender que el Estado de México seas hoy el centro de la violencia, la extorsión, el cobro de piso y las masacres contra la población civil. ¿Y por qué no debiera sorprender a nadie?
Por una razón elemental: porque era un secreto a voces.
Sí, apenas el pasado 18 de mayo aquí dije que, con la llegada de Delfina Gómez, a la entidad mexiquense también llegarían las bandas criminales que financiaron la campaña de Morena en la entidad con mayor poder económico en el país.
Sí, en el Itinerario Político de esa fecha, titulado: “Con Delfina, Edomex será narco-gobierno”, dije que Obrador se propuso entregar la entidad a las bandas criminales que hoy controlan todas las actividades económicas, empresariales, agrícolas y turísticas del estado de México, mediante la extorsión y el “cobro de piso”.
Y si lo dudan, aquí un extracto del Itinerario Político del 18 de mayo: “También es público –y aquí lo he documentado por años–, no sólo la existencia de “narco-gobiernos” prohijados por López Obrador, sino la victoria de gobernadores “narcos” a quienes el partido Morena entregó el poder.
“Entre otros están en activo los “narco-gobiernos” de Tamaulipas, Sonora, Sinaloa, San Luis Potosí, Michoacán, Guerrero, Baja California, Baja California Sur, Zacatecas y Nayarit.
“Lo novedoso del tema, en todo caso, es que desde Palacio, el presidente mexicano intenta convertir al estado de México en el más poderoso “narco-gobierno”, mediante la victoria de su candidata Delfina Gómez, cuya campaña está a cargo nada menos que de Horacio Duarte, el otrora director de aduanas, a quien apoyan todos los “narco-gobiernos” de Morena en todo el país.
“Y la mejor prueba es que Obrador impuso la candidatura de Delfina Gómez, porque su pasado como recaudadora de dinero procedente del crimen, sería el pasaporte del las bandas mafiosas para apoderarse del Estado de México.
“También por eso López impuso a Duarte como jefe de campaña de Delfina Gómez, ya que el pasado de Horacio como el principal promotor del tráfico de drogas y armas en las aduanas del país, es el mejor pasaporte de las bandas criminales al Edomex.
“Y por eso, el 4 de junio el fraude electoral lo intentarán no sólo la candidata Delfina Gómez, sino sus “narco-operadores”, con dinero “negro”. (Fin de la cita)
Pero tampoco era nuevo que Delfina Gómez mantiene nexos con el crimen organizado; vinculos que aquí documenté, en el Itinerario político titulado: “Morena y Delfina, las ligas con el Narco”, del 17 de febrero de 2017.
Así lo dije: “Resulta que junto con las señoras Rocio Nalle y Citlali Ibáñez Camacho –motejada como Yeidckol Polevnsky–, Delfina Gómez fue enlace directo y privilegiado del entonces líder del PRD, López Obrador, con la política, la grilla y el “narco” en el estado de Guerrero.
“Según las fuentes consultadas, hasta antes de la tragedia de “los 43 de Iguala”, las señoras Nahle, Yeidckol y Delfina, pasaban largas temporadas recorriendo el estado de Guerrero, visitando municipios y grupos de poder, para crear las redes de apoyo político y económico a favor de la naciente Morena.
“En Guerrero, por ejemplo, todos recuerdan a Rocio, Yeidckol y a Delfina en acuerdos con Lázaro Mazón, con el depuesto gobernador del PRI, Ángel Aguirre, en proselitismo a favor de los candidatos de AMLO a tal o cual puesto de elección popular y, sobre todo, las recuerdan como promotoras clave de la candidatura de José Luis Abarca, a la alcaldía de Iguala.
“Sí, según las fuentes, las tres mujeres fueron responsables, de manera directa, de “planchar” la candidatura de Abarca a cambio de financiar al naciente partido Morena.
“Y una vez que “plancharon” la venta de la candidatura a los Abarca, llegó a Iguala López Obrador, para encabezar la asamblea popular en la que –a mano alzada–, impuso a Abarca, en medio de gritos y expresiones de rechazo que Obrador trató de calmar con su “autoridad moral””. (Fin de la cita)
Era el 12 de mayo de 2012 y hoy, curiosamente, Abarca sigue preso, mientras AMLO es presidente y Delfina Gómez es gobernadora del estado de México. ¿Así o más claro?
Al tiempo.