Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
No, no estamos hablando de López Obrador, el habilidoso político que por años recurrió al chantaje y la amenaza contra políticos, periodistas, hombres de empresa, legisladores y ciudadanos.
No, en realidad nos referimos al “pequeño dictador” de Nuevo León; esa caricatura de gobernador, llamado Samuel García.
Un pequeño hombre de poder, producto de redes sociales, plataformas digitales y de la prostituta de la política llamada Movimiento Ciudadano; un invento de político que no se detiene para amenazar, insultar, difamar y calumniar no solo a políticos, sino a periodistas, hombres de empresa y, sobre todo, al ciudadano que lo llevó al poder.
Sí, “pequeño dictador” que supone, imagina y cree que la jefatura del poder ejecutivo en una entidad como Nuevo León, le permite violar la ley a su antojo, inventar documentos a su conveniencia y, en especial, perseguir a legisladores, empresarios y periodistas.
Y por si no lo han adivinado, el perfil descrito no solo corresponde al de un mandatario estatal, sino a uno de los más fieles imitadores de AMLO. Un gobernador que perdió el piso por completo a causa del halago palaciego que le hizo creer que puede ser candidato y hasta presidente de los mexicanos.
Y es que en tiempos de sucesión presidencial –tiempos de ambición de poder sin límite–, son muchos los ingenuos de la política que se han creído la vieja consigna de que “si un idiota llega al poder más alto, entonces cualquier idiota puede llegar al poder presidencial”.
Sí, “el pequeño” gobernador de Nuevo León, el “mozalbete” –como motejan al mandatario estatal sus paisanos–, se subió a un ladrillo y cree que el poder absoluto lo convierte en un dictador impune a rendir cuentas.
De esa maenra, amparado en el absolutismo, Samuel García no solo ordena a sus lacayos que amenacen a periodistas, sino a dueños de medios, legisladores locales, políticos y, sobre todo, a hombres de empresa.
Y la más reciente agresión fue lanzada contra el reputado periodista regiomontano, Ramón Alberto Garza, a quien amenazó uno de los más lambiscones empleados de Samuel García, otro “mozalbete” convertido en “cuello de ganso” de las venganzas del gobernador de Nuevo León.
Sí, la misma historia de todos los tiempos y de todos los dictadores; la historia de corrupción, abusos del poder, intolerancia a la crítica y de las amenazas a quienes critican a los excesos y las raterías del poder en turno.
Una historia que narró el propio Ramón Alberto Garza, un conocedor de medios, ya que durante medio siglo se ha desempeñado como director de Reforma, El Universal, directivo de Televisa y dueño de su portal digital.
Resulta que, en días pasados, en su columna diaria y bajo el título de: “¡Les vale madres!” el periodista cuestionó a Samuel García, gobernador de Nuevo León, quien utilizó a toda la policía estatal para rescatar un camión cisterna, propiedad de una empresa familiar de Miguel Flores Serna, su mejor amigo quien, se desempeña como jefe de la oficina del gobierno estatal.
El camión fue detenido en el municipio de San Nicolás por cometer distintas infracciones. Sin embargo y sin más explicaciones, el gobierno de Nuevo León movilizó a toda la fuerza pública para rescatar el vehículo, lo que provocó un enfrentamiento entre la policía estatal y policías de los municipios de San Nicolás, Pesquería, Apodaca, Guadalupe y Juárez, quienes unieron fuerzas contra los abusos del gobernador Samuel García.
Pero la pregunta de muchos ciudadanos de Nuevo León es por la desesperación oficial por recuperar un camión cisterna.
¿Qué transportaba el camión detenido –propiedad de la empresa de la familia de Miguel Flores Serna, quien además es el mejor amigo del gobernador y su secretario de despacho–, como para que el gobernador mismo haya ordenado rescatar el vehículo infraccionado para impedir que fuera remitido al corralón?
¿Qué carga transportaba un camión cisterna, para usar todo el peso del estado de Nuevo León, e impedir que policías municipales de San Nicolás lo revisaran? Todos en Nuevo León saben que no se trata de la primera ocasión que el gobernador Samuel García –y su claque de amigos–, mantienen presuntos vínculos con el crimen organizado.
Y tampoco es nuevo que el “pequeño dictador” recibió apoyo criminal para llegar al gobierno. Y por eso obliga volver a la pregunta: ¿Qué carga transportaba el camión de la empresa de la familia de Miguel Flores Serna?
Una pista la dio el propio Miguel Flores Serna –motejado como “Mike”–, quien mandó una amenaza al periodista Ramón Alberto Garza y a su familia; una amenaza en redes sociales, amenaza de venganza y muerte.
Así lo dijo: “La bronca es que [Ramón Alberto Garza] ya se está metiendo con la familia, esos camiones [retenidos en San Nicolás] son de mi papá y al meterse con mi familia [Ramón Alberto Garza] pone en riesgo a la suya [a su familia] y yo no me voy a quedar con los brazos cruzados”.
Así la dictadura en que se ha convertido el gobierno de Samuel García, en Nuevo León. ¿Quién será capaz de poner un alto al “pequeño dictador”?
Al tiempo.