Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
Repentinamente, el nombre de Samuel García se ha convertido en un referente frecuente en las mañaneras de López Obrador.
Desde hace meses, el presidente lanzó un coqueteo político directo al “ego inflamado” del gobernador de Nuevo León, para despertar la ambición presidencial del joven político.
Y el coqueteo pronto arrojó resultados y “el pequeño Samuel” –como motejan al gobernador sus paisanos–, mudó su comportamiento hasta el extremo de ser rebautizado como “el pequeño dictador”.
Sí, un gobernador que no solo ignora la división de poderes estatal sino que, además de perseguir a legisladores y jueces, amenaza a sus críticos, amaga a los opositores, espía a empresarios y, sobre todo, amedrenta a todo aquel que no se inclina ante sus caprichos.
Excesos que unificaron a los partidos del Frente Amplio y que negarán la licencia al gobernador para convertirse en candidato presidencial.
Y es que, en repetidas ocasiones, “el pequeño Samuel” ha ignorado las decisiones del Poder Legislativo local y se ausenta de la entidad y del país a su antojo, además de que se niega a la rendición de cuentas.
En pocas palabras, si Samuel quiere seguir los pasos de “El Bronco”, Jaime Rodríguez, deberá renunciar definitivamente al gobierno estatal y rendir cuentas por los desvíos de dinero público y por el daño causado por una inocultable alianza con las bandas criminales.
Desfalco y complicidad criminal que obligaron a Samuel García y a su familiar, a buscar un amparo en Tamaulipas, con sus “amigos” de Morena.
Es decir, que luego de los desmedidos elogios presidenciales, Samuel se convirtió en “clon” del tirano López, hasta llegar a venganzas extremas y procaces como ordenar el corte de agua a los hogares de políticos que lo cuestionan y exigen la elemental rendición de cuentas.
Sí, un “pequeño tirano” que ya creó un grupo de amigos y socios para arrancar lo más pronto posible su campaña presidencial, respaldado por “la prostituta de la política”, el partido de nombre Movimiento Ciudadano.
Y es que ante la desesperación y alarma que se vive en Palacio por el incontenible “fenómeno Xóchitl”, López Obrador parece convencido de que: “para que la cuña apriete, debe ser del mismo palo”.
Y por eso, desde Palacio salió la “brillante idea” de restar votos a la senadora hidalguense, con la candorosa candidatura del “pequeño Samuel”.
Pero también es cierto que, por ejemplo, en el centro del país pocos recuerdan que “el puños de Samuel” –como también apodan al gobernador sus paisanos–, es un viejo conocido de AMLO, quien desde Palacio financió la elección estatal del 2021, luego que la candidata de Morena al gobierno de Nuevo León, Clara Luz Flores, cayó en desgracia al confirmar su pertenencia a una secta de violadores.
Al derrumbe de la ex priísta, todo apuntaba a que el PRI sería capaz de retener el gobierno neoleonés. Por eso, AMLO brindó todo su apoyo político y económico a Movimiento Ciudadano, partido que había postulado como aspirante al gobierno de Nuevo León, al senador, Samuel García y, como alcalde de Monterrey, a Luis Donaldo Colosio Riojas.
Así, Movimiento Ciudadano ganó los más importantes cargos en el Ejecutivo estatal y en los municipios más relevantes de aquella entidad, gracias a la “bendición” y respaldo directo del propio López.
Lo curioso es que el partido de Dante Delgado no consiguió una sola diputación de mayoría y, por tanto, no le alcanza para otorgar licencia a Samuel García, quien deberá renunciar definitivamente al cargo, si quiere ser presidenciable.
Lo cierto, sin embargo, es que “el pequeño Samuel” no tiene posibilidad alguna en el 2024 y sólo será usado como uno más de los políticos “engaña-bobos” que, de tanto en tanto, inventa Obrador para sus venganzas políticas.
Y es que “los genios” de Palacio creen que Samuel puede dividir la tendencia de dos bloques partidistas y favorecer a Claudia, sobre Xóchitl.
Lo que no saben en Palacio y lo que no entiende el “pequeño dictador” de Nuevo León, es que un fenómeno político como Samuel García, sólo es posible en una sociedad como “la regia” y que el perfil del “puños Samuel” no tiene ninguna posibilidad de levantar votos en el resto del país.
Al final, la renuncia de Samuel García –al gobierno de Nuevo León–, sería la mejor noticia para una entidad amenazada por un gobierno criminal como el de “el pequeño dictador”.
Al tiempo.
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