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QUERÉTARO, Qro., 7 de mayo de 2024.- Las inundaciones devastadoras en el sur de Brasil han dejado un rastro de destrucción y dolor, con al menos 86 personas fallecidas y 134 desaparecidas según los últimos informes.
El estado más afectado por esta tragedia es Rio Grande do Sul, ubicado en la frontera con Argentina y Uruguay. De las víctimas mortales, 85 se concentran en esta demarcación, mientras que una persona falleció en el estado vecino de Santa Catarina.
Los datos de la Defensa Civil local revelan que más de 153 mil personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y trasladarse a casas de familiares o amigos, mientras que otras 47 mil 676 se encuentran alojadas en albergues improvisados por las autoridades.
Las imágenes son desgarradoras: el río Guaíba ha inundado el centro histórico de Porto Alegre, la capital regional, junto con varias ciudades del área metropolitana. Además, los deslizamientos de tierra y las inundaciones han provocado daños catastróficos en numerosas localidades del interior de Rio Grande do Sul.
La magnitud de la tragedia es evidente en la extensión de los daños materiales y la interrupción de los servicios básicos. En Rio Grande do Sul, 385 de sus 496 municipios se vieron afectados. Se estima que al menos 1.2 millones de hogares y establecimientos comerciales están sin energía eléctrica, y 98 municipios carecen de servicios de telefonía e internet.
Ante esta situación desesperada, más de 14 mil 500 miembros de cuerpos de rescate de varios estados y militares están desplegados para ayudar a las víctimas y colaborar en las tareas de rescate y asistencia.