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Insensato regocijo
Xóchitl fracasó porque no
tiene proyecto alternativo
Por Carlos Ramírez
Después de declarar sin rubor que ella no era candidata de partidos sino de su
condición de ciudadana, la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz fue obligada por las
dirigencias de los tres partidos que la registraron a presentarse en público con ellos para
compartir desprestigios. La fotografía del martes en el INE fue significativa por los rostros
pesimistas del priista Alito, del panista Marko Cortés y del perredista Jesús Zambrano.
La capacidad de raciocinio político de la candidata Gálvez Ruiz no le ha alcanzado
para dar una respuesta sensata a su candidatura tripartidista y por ello responde que
Morena tiene figuras iguales o peores a las del PRIANREDE.
Sin embargo, el problema de la dependencia tripartidista es uno de los que no ha
sabido desentrañar la candidata opositora; a 45 días de las elecciones presidenciales, es la
hora que la candidata Gálvez Ruiz no ha sabido explicar el funcionamiento de su Gobierno
de Coalición en caso de que gane las elecciones, y las figuras encargadas del diseño de
programas parciales de gobierno sólo están mostrando indicios de sus propios empleos
anteriores en gobiernos del PRI y del PAN.
En este punto es en el que falló de manera flagrante la candidata opositora en el
debate, porque tenía la oportunidad de proponer su propio proyecto de nación, pero le
ganó el estilo de resentimiento para buscar reducirle prestigios a su adversaria Sheinbaum
en lugar de utilizar el debate para definir su agenda. El error estratégico político más grave
de Xóchitl fue el de insistir en que los programas sociales que inventó y constitucionalizó
el presidente López Obrador serían los mismos de ella, por lo cual desaprovechó la
oportunidad para mostrar algún rasgo de diferenciación del programa lopezobradorista.
Sin programa-bandera con proyectos propios específicos, la candidata opositora
está dependiendo su votación sólo del sentimiento antilopezobradorista que es muy alto
en la clase media excluyente, pero minoritaria en número. Sin un proyecto alternativo, la
campaña de Gálvez Ruiz estará dependiendo del simbolismo que representan el PRI de
Carlos Salinas de Gortari, Enrique Peña Nieto y Alejandro Moreno Cárdenas y del PAN de
un Fox desprestigiado y un Felipe Calderón exiliado en España y con su secretario de
Seguridad Pública preso en Estados Unidos por acusaciones de complicidad con el Cártel
de Sinaloa del Chapo Guzmán.
La derrota de Xóchitl en el debate se localizó el desdén de la candidata oficial
Sheinbaum Pardo, sobre todo porque las acusaciones de la opositora carecieron de una
estrategia de presentación y quedaron en dardos verbales que duraron unos segundos y
que no centralizaron la atención del debate puntos muy concretos; al final, fueron
escopetazos que dispersaron las postas sin causarle ningún daño, ni tropiezo, ni
preocupación a la candidata de Morena.
Se supone que la candidata opositora representa un Gobierno de Coalición entre
tres partidos con definiciones históricas de sobra conocidas: el PRI y su modelo de
bienestar social todavía vigente, el PAN de la derecha católica y el empresariado
expoliador y el PRD que se salió del PRI para restaurar la política populista del presidente
Lázaro Cárdenas, aunque en los hechos el PRI es más PAN, el PAN es más PRI y el PRD es
más PRIAN.
Hasta ahora nadie conoce los fundamentos teóricos y prácticos del Gobierno de
Coalición de la candidata opositora Xóchitl Gálvez Ruiz y sólo se percibe a una aspirante
acosadora de la candidata oficial Sheinbaum y obsesionada con López Obrador, al grado
de que quiere desaparecer las mañaneras pero creó sus propias mañaneras para difundir
su discurso y ha dejado indicios de que continuaría el modelo lopezobradorista de
conferencias de prensa diarias.
Ahí, en la falta de un proyecto coherente, en el silencio de un invisible Gobierno
de Coalición y en la suma de negativos de partidos políticos de oposición que cargan el
desprestigio de sus actuales dirigentes, ahí se localiza o se puede perfilar la propuesta de
gobierno de la candidata Gálvez Ruiz, en tanto que la candidata oficial Sheinbaum ha
sabido perfilar como propuesta de gobierno la continuidad del modelo de política social
del presidente López Obrador que pudo constitucionalizarse con el voto de la oposición,
inclusive con el de la senadora panista Gálvez Ruiz.
En la lógica política es imposible que una candidatura se base en el repudio a dos
figuras de gobierno y no en la definición de un proyecto alternativo. En el primer debate
Gálvez Ruiz demostró que carece de proyecto y que sólo busca sumar el apoyo de los
resentidos de la 4-T.
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Política para dummies: La política es de propuestas, no de resentimientos.
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