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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 5 de abril del 2019.- Las desapariciones se suman a una en la entidad potosina, con casos de exterminio en la Huasteca, concretamente en Coxcatlán; la desesperada búsqueda de un deportado en Valles y otros 11 casos en los municipios de Villa de Guadalupe, La Paz y Matehuala.
En el mes de febrero, la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas y No Localizadas, en conjunto con integrantes del Colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, A.C., ubicaron los restos óseos -aparentemente de una mujer- en un rancho en la localidad de San Pablo de Coxcatlán. De acuerdo a los hallazgos, los restos podrían pertenecer a decenas de víctimas que fueron enterradas y semienterradas en el sitio.
Edith Pérez Rodríguez, fundadora del Colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros, dijo a Quadratín San Luis que gracias a los comentarios de decenas de padres que buscan a sus hijos, tuvo como referencia el lugar mencionado, sin embargo, como parte del protocolo, se dio vista a la actual administración, encabezada por la presidenta municipal, Ibeth Arenas Vidales, por lo que hubo un poco de renuencia y temor de parte de las autoridades locales, ante el miedo de que Coxcatlán sea catalogado como un sitio donde existan narcofosas.
“Pero al final la presidenta no se opuso a la investigación que realizaríamos en territorio coxcatlanense”, señaló Pérez Rodríguez.
Apoyados con un dron, los activistas y las autoridades estatales, lograron ubicar una casa deshabitada. Al entrar no había nadie, pero encontraron una escena cruel: huesos de personas, “ni siquiera estaban enterradas, teníamos que caminar con cuidado para no dañar los restos y pudieran servir en la toma de muestras genéticas”, manifestó la activista.
Poco después de llevar a cabo investigaciones antropológicas, se estableció que los restos encontrados pertenecen a parte de un solo cuerpo. Pérez Rodríguez abundó que de acuerdo a las investigaciones, en Coxcatlán podrían localizar los restos de personas originarias de los municipios de Xilitla, Aquismón, Huehuetlán, Coxcatlán, Tancanhuitz, Xilitla y Tampamolón Corona.
“Solicitamos el apoyo al gobierno municipal para el resguardo del sitio y envió elementos de la Policía Municipal para que vigilaran durante una noche, sin embargo, nos dijeron que los habían asustado, que escuchaban ruidos, voces, quejidos de dolor, y eso no les permitió descansar, a pesar de que se turnaban para hacerlo. Lo mismo ocurrió con los peritos cuando realizaban su labor de excavación y limpieza de los fragmentos óseos, dijeron que mientras trabajaban escuchaban lo mismo que los policías, ese lugar encierra el dolor de los que allí murieron”, aseguró.
Edith Pérez también dijo que en la delegación Huichihuayán, perteneciente a Huehuetlán, localizaron restos de dos víctimas y lo mismo en El Naranjo, Ahualulco, Rioverde y Armadillo.
“De estos seis, se logró identificar a una de las víctimas, que era originaria de la zona Tének de Ciudad Valles, cuyos restos ya fueron entregados a sus familiares, donde se determinó que el hecho fue un feminicidio, y no algo que tuviera que ver con la delincuencia organizada”, manifestó.
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