
Querétaro con registro de 5 pacientes con Covid 19
QUERÉTARO, Qro., 30 de marzo de 2025.- México es hogar de alrededor de 221 especies de alacranes, una cifra que se debe a su capacidad de adaptación a diversos climas. Estas especies están distribuidas por el norte y centro del país, y aunque todas poseen algún grado de toxicidad, no todas representan un riesgo para la salud humana. De hecho, solo tres especies son letales, sin contar a otras cuatro que habitan en otras regiones del mundo.
Estas tres especies pertenecen a la familia Buthidae y al género Centruroides. Son el Limpidus, el Noxius y el Suffusus, conocidos por ser los más venenosos en territorio mexicano. Se encuentran en estados como Jalisco, Nayarit, Estado de México, Puebla, Guanajuato, Querétaro, Durango, Morelos y Guerrero.
¿Cómo identificarlos?
Aunque sus características pueden variar, los alacranes más venenosos comparten algunas similitudes. Estos se distinguen por tener tenazas y colas largas y delgadas, con aguijones gruesos. En cuanto a su color, el Limpidus es de un color café uniforme, mientras que el Noxius presenta una combinación de torso morado oscuro y extremos anaranjados. Ambas especies suelen tener un cuerpo corpulento.
Por otro lado, el Suffusus, comúnmente conocido como «güero», es endémico de Durango y se caracteriza por franjas negras y cafés en su torso, con un cuerpo que puede ser de marrón a amarillo. A diferencia de los otros, su cuerpo es más alargado.
Aunque estos alacranes son territoriales y no atacan a menos que se les moleste, la creciente urbanización aumenta el riesgo de encuentros. Estos arácnidos prefieren lugares oscuros y secos, como detrás de cuadros, muebles o incluso dentro de la ropa. Por ello, es importante mantener un entorno ordenado y limpio, haciendo revisiones periódicas detrás de muebles, en esquinas, y sacudir la ropa y el calzado antes de usarlos.
Para evitar picaduras, también se recomienda no andar descalzo en el suelo, especialmente en áreas donde los alacranes podrían habitar.