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CANCÚN, QRoo, 25 de septiembre de 2024.- Con un fenómeno natural con una trayectoria tan impredecible como la de Helene es difícil dormir. Y aunque en Quintana Roo estamos tan acostumbrados a tormentas y huracanes, siempre los tronidos de puertas y ventanas impactan y ese fuerte shhhhh del viento te mantiene alerta.
Así como en los temblores nos da pavor el movimiento de las lámparas, aterra en Cancún el ver doblarse los troncos y las ramas, sobre todo las de las palmeras, en una danza macabra, donde la tormenta te pone los pelos de punta; si es que eres muy valiente, fortalece tus nervios.
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