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NUEVA ZALANDA, 7 de septiembre 2016.- Un grupo de científicos australianos concluyeron que ejercitarse de forma recurrente disminuye los efectos del alcohol, así como la posibilidad de desarrollar cáncer. Informa Excelsior.
Un aproximado de 150 minutos de actividad física semanal, como puede ser una caminata vigorosa, andar en bicicleta, natación, etcétera, mitiga los riesgos de ingerir hasta 39 copas de alcohol a la semana en hombres, o 28 en las mujeres, indicaron investigadores de la Universidad de Sydney.
A diferencia de aquellas personas con una vida sedentaria, la misma ingesta de alcohol aumenta el riesgo de fallecer por cáncer que aquellos que poseen una vida con intensas actividades deportivas.
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