Libros de ayer y hoy
México Elige, una de los casos encuestadoras con más prestigio en el país, dirigida acertadamente por Sergio Zaragoza y Aldo Campuzano, presentó su encuesta mensual en la, entre otras interesantes mediciones, realiza del nivel de aceptación que tienen entre sus gobernados los mandatarios estatales y los principales alcaldes a lo largo y ancho del territorio nacional.
Anexo a la presente nota el documente de la encuesta completa de México Elige, trabajo meticuloso que refleja con claridad meridiana de la fotografía del momento que se vive en nuestra realidad nacional.
Antes del mandatario jalisciense Enrique Alfaro anunciara su distanciamiento de Dante Delgado y del partido que lo llevó al poder, primero como alcalde y después como gobernador, ya México Elige lo había catalogado entre l los diez peores mandatarios estatales del elenco nacional.
Acompañan a Alfaro en la lista negra de los gobernadores malos, donde ocupa el penúltimo lugar, el impresentable Cuauhtémoc Blanco de Morelos, Evelyn Celia Salgado de Guerrero, quien desgraciadamente sigue cargando con la mala fama de su padre Félix Salgado Macedonio; Lorena Cuéllar de Tlaxcala; Diego Sinhué Rodríguez Vallejo de Guanajuato: Cuitláhuac García Jiménez de Veracruz y el interino de la jefatura de gobierno de la CDMX, Martí Batres Guadarrama que dejó Claudia Sheinbaum para irse a buscar la candidatura presidencial.
Los cinco mejores gobernadores que seleccionó México Elige fueron Julio Menchaca Salazar de Hidalgo, Mauricio Vila Dosal de Yucatán, Mara Lezama de Quintana Roo, Tere Jiménez de Aguascalientes y Salomón Jara de Oaxaca.
La relación de alcaldes mejo calificados ubica en los primeros lugares a Enrique Galindo de San Luis Potosí capital, Biby Gutiérrez de Campeche, Luis Donal Colosio de Monterrey, Adrián Hernández de Dolores Hidalgo y Antonio Astiazarán Gutiérrez de Hermosillo.
Los peores alcaldes de México Norma Otilia Hernández de Chilpancingo, Jesús Pablo Lemus de Guadalajara, Alejandro Navarro de Guanajuato y Sergio Edgar Baños de Pachuca.
Ni hablar.
¡Con esas mulas tendremos que arar¡