Itinerario Político
ESTADOS UNIDOS, 23 de julio 2017.- Mueven la cola, nos lamen la cara, saltan a nuestros regazos: los perros tienen una actitud amorosa que encanta a unos y choca a otros. Es una sociabilidad increíble que separa a sus perros de sus familiares salvajes.
Incluso el lobo más amigable se queda corto frente a un labrador retriever que solo quiere dar besos.
Pero ¿qué produce esa exuberancia social? Un equipo de investigadores reportó este miércoles en la revista Science Advances que la razón por la que los perros son así de amorosos sería porque comparten una base genética con una enfermedad en los humanos, conocida como el síndrome de Williams-Beuren, destaca NYT.
Las personas que padecen ese trastorno de desarrollo, causado por la mutación en una región de genes, muestran síntomas como la sociabilidad intensa e indiscriminada.
Un grupo de científicos de las Universidades de Princeton, la Estatal de Oregon y otras recopilaron estudios genéticos y de comportamiento de 16 perros y de 8 lobos en cautiverio que han sido sociabilizados para estudiar los cambios genéticos en una región cromosomática asociada con el comportamiento amistoso de los canes. Los genes GTF2I y GTF2IRD1 también están asociados con el síndrome de Williams-Beuren en humanos, dijo Bridgett von Holdt, bióloga evolutiva de Princeton y autora del estudio.