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ESTADOS UNIDOS, 14 DE JULIO 2017.- El Gobierno de EU anunció cargos contra 412 personas por defraudar 1.300 millones de dólares al sistema de salud, con una trama en la que algunos doctores prescribían ilegalmente analgésicos, un medicamento con altos índices de adicción entre los estadounidenses.
«Estamos anunciando hoy la mayor operación contra el fraude médico de la historia de Estados Unidos», afirmó en una rueda de prensa el fiscal general, Jeff Sessions.
Según información de EFE, el Departamento de Salud de EE.UU. ha sancionado a 295 individuos, incluidos doctores, enfermeras y farmacéuticos y les ha prohibido participar en cualquiera de los programas de salud que el Ejecutivo subvenciona para ayudar a personas con bajos ingresos o avanzada edad.
“Demasiados profesionales médicos, enfermeras y farmacéuticos han optado por violar sus juramentos (éticos) y anteponer la codicia a sus pacientes. Sorprendentemente, algunos han convertido sus centros médicos en empresas multimillonarias”, resaltó el fiscal general estadounidense.
Supuestamente los acusados pedían tratamiento que no era necesario bajo el paraguas financiero de tres planes de salud administrados por el Ejecutivo: el “Medicare”, destinado a las personas mayores de 65 años, el “Medicaid”, dirigido a aquellos con bajos ingresos y el “Tricare”, para los veteranos de guerra.
A través de esos tres programas de salud, los acusados pedían al Gobierno el reembolso de unas facturas médicas falsas y luego se apropiaban del dinero.
De los 412 individuos acusados, a 120 se les atribuyen delitos relacionados con la prescripción y distribución de ciertos analgésicos muy cotizado en el mercado negro, muy adictivos y que los toxicómanos suelen acabar sustituyendo con heroína, puesto que es mucho más barata.
“Cuatro de cada cinco nuevos adictos a la heroína empezaron con pastillas con prescripción médica”, resaltó durante la rueda de prensa el administrador en funciones de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Chuck Rosenberg.
Entre los acusados figura, por ejemplo, un grupo de seis doctores de Michigan que consiguieron embolsarse hasta 164 millones de dólares en prescripciones de analgésicos, que daban a sus pacientes de manera innecesaria y que acababan siendo vendidos en el mercado negro.
En su intervención ante la prensa, Sessions citó también el caso del dueño de un centro de tratamiento de Palm Beach (Florida), que consiguió apropiarse de 58 millones de dólares a través de facturas falsas y que trataba de captar clientes de cualquier forma, incluso pagándoles visitas a clubes de estriptis.
“Un centro falso de rehabilitación de adictos en Palm Beach llegó a reclutar a adictos con tarjetas de regalo, visitas a clubes de estriptis e incluso con medicamentos”, dijo Sessions.
Desde su creación en marzo de 2007, la unidad del Departamento de Justicia dedicada a perseguir el fraude médico ha presentado cargos contra 3.500 individuos que habían defraudado más de 12.500 millones de dólares a través del programa “Medicare”, dirigido a las personas mayores.