Grooming: una amenaza creciente para los menores en entornos digitales
MORELIA, Mich., 8 de septiembre de 2020.- Actualmente hay muchas enfermedades que para las personas son desconocidas o poco usuales, de las que se escucha poco; hay algunas que se tratan y otras que difícilmente tienen una cura.
La Fibrosis Quística (FQ) es una de las que pocas personas conocen; es una enfermedad hereditaria, genética y crónica, y que requiere de una atención y monitoreo constante, pues de acuerdo con especialistas, sin un tratamiento adecuado provoca la muerte durante la infancia o adolescencia.
Datos de la Asociación Mexicana de Fibrosis Quística (AMFQ) refieren que para que esta enfermedad se presente, ambos padres deben ser portadores del gen considerado como defectuoso; establecen que estos tienen 25 por ciento de probabilidades de tener un hijo con la enfermedad, un 50 por ciento de tener hijo portador sin que se desarrolle la enfermedad, y un 25 por ciento de tener un hijo sano.
En México la frecuencia en que se presenta esta enfermedad calificada como rara, es de uno por cada 8 mil 500 nacidos vivos, lo que establece que cada año nacen 350 niños con esta enfermedad, pero solo 15 por ciento se diagnostican. ¿Cómo se presenta? La Fibrosis Quística es un defecto en el cromosoma 7, en el que un gen no es capaz de producir la proteína CFTR que se encarga de regular la entrada y salida de agua y salen en células de tejidos como el aparato respiratorio, digestivo, páncreas, sistema reproductor y la piel.
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