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QUERÉTARO, Qro., 21 de mayo de 2021.- Enrique Arturo Cantoral Uriza, investigador de la UNAM, recomendó que se desarrolle un programa de monitoreo de la población de algas en la presa de Santa Catarina para determinar la cantidad de flora y los riesgos por toxicidad que pudieran presentarse para la salud de la fauna y los humanos que visitan la zona.
El coordinador de la Unidad Multidisciplinaria de Docencia e Investigación de la Facultad de Ciencias en la UNAM Juriquilla dijo que se vive uno de los peores años en materia de lluvias y, sumado a las altas temperaturas, se presenta el escenario perfecto para la reproducción de las algas, las cuales, en algunos casos, pueden ser tóxicas.
“Un grupo biológico que estudiamos son las algas. Puede crecer mucho con condiciones de altas temperaturas y mucha luz, y más rápido, incluso en una semana”, dijo.
Cantoral Uriza ha estudiado la presa Santa Catarina, la cual presentó en 2013 y en 2019 escenarios similares al que publicó el AM de Querétaro el 20 de mayo.
“El escenario más probable es que al haber menos agua y seguir las prácticas alrededor de la presa los nutrientes se concentran en mayor medida y eso genera esta apariencia verde que se describe en la nota.
“Uno al verlo piensa que está contaminado y alterado, más allá de los botes, papel o basura”, comentó el doctor en Ciencias.
El experto en análisis de cuerpos de agua recordó que este fenómeno se presenta de manera cíclica por lo que primero hay que entenderlo para poder atenderlo.
“Son dinámicas y ciclos, a veces la memoria es inmediata, pero esto se ha presentado en anteriores ocasiones, hace siete años la presa estuvo extremadamente seca, con un muy pequeño cuerpo de agua en el centro.
“Los ciclos no necesariamente son anuales y muchas veces van ligados al proceso del planeta con fenómenos como el Niño y la Niña que afecta la regularidad en las precipitaciones”, complementó el entrevistado.
Otro problema que se presenta es que cuando llueve no sucede de manera regular y se presentan lluvias torrenciales en una zona determinada, comentó.
“Cuando llegan las primeras lluvias el cuerpo de agua poco a poco eleva su nivel de agua, pero las lluvias que caen alrededor, en zonas de cultivo y que no tienen buen tratamiento se mezclan y se deslizan hacia el cuerpo de agua, lo que incrementa los nutrientes y minerales como el fósforo lo que elevan los nutrientes para las algas”.
En 2019 se monitoreó la presa y en octubre de 2013 se presentaron algunas muertes de peces, incluso de alguna mascota.
“Desde 2013 a la fecha existen estas poblaciones de algas que si crecen masivamente pueden ser tóxicas.
“No hay que ni maximizarlo ni minimizarlo, pero si hay que atenderlo, puede afectar la fauna, y a quien la consuma ya que las toxinas afectan al sistema nervioso central por eso los peces, aves, mascotas, humanos podemos experimentar estos procesos y el efecto es que dejamos de respirar”, detalló.
El biólogo explicó que es necesario que se informe del problema, que se generen grupos de análisis y que las autoridades se coordinen para que en caso de que se presenten altos niveles de floración de algas se limiten o modifiquen las actividades en los cuerpos de agua.
Con información de AM de Querétaro