Indicador Político
MORELIA, Mich., 24 de noviembre de 2022.- Para las víctimas de un ataque sexual, con violencia o sin violencia, por personas que aprovecharon su condición de vulnerabilidad, volver a vivir se transforma en un verdadero reto, porque pueden llegar a desarrollar enfermedades crónicas.
En el caso de las personas menores de edad víctimas de un delito sexual, existen condiciones de riesgo doble, porque no están plenamente desarrolladas; sus cuerpos no han alcanzado la madurez; tampoco sus emociones.
La experta en salud mental explicó que hay una serie de manifestaciones físicas y también conductuales que experimenta la víctima, que son el llamado de auxilio y que no deben ser ignoradas, minimizadas o descalificadas.
“Como adultos somos responsables de todos los niños, no importa que no sean nuestros hijos, si los vemos en riesgo, debemos brindarles ayuda, porque hay señales que muestra el niño para pedir ayuda, para decir algo que le está pasando. Si el niño se siente descalificado, puede ser peor y llevarlo a negarlo; hay que creerles, no dejarlos solos y mantener el cuidado o supervisión parental”, subrayó la Secretaria técnica del Consejo Nacional de Salud Mental.
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