Cambió la mañanera
Claudia logra la operación cicatriz y une a las corcholatas. Xóchitl y Álvarez, descontrolados.
Estuvieron todos los que le compitieron a Claudia Sheinbaum la candidatura a la presidencia de Morena.
Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco flanquearon a la aspirante presidencial del partido gobernante, en una señal de unidad alzaron las manos unidas y a cada uno se le otorgaron funciones específicas.
Todos ellos, el viernes en la mega concentración del Zócalo con la que inició su campaña que durará los siguientes tres meses, volvieron a estar con Sheinbaum Pardo y de esa manera los del partido color guinda mostraron el porqué están encabezando las encuestas con una amplia ventaja. Esa manifestación de profesionalismo político de los que fueron aspirantes presidenciales de Morena, es algo que difícilmente logrará Xóchitl Gálvez.
No se ve para cuando el disperso equipo de campaña de la hidalguense se muestre con personajes como Beatriz Paredes, Silvano Aureoles, el prófugo Francisco García Cabeza de Vaca o los demás que pretendieron ser los abanderados de una coalición opositora, estén juntos en un evento que refleje la unidad de ese abigarrado conjunto de políticos que ahora, muchos de ellos con reticencias, forman parte de la organización que hasta cambió de nombre y ahora se llama Fuerza y Corazón por México.
Los ya formales pretensos a la silla presidencial que se decidirá el próximo 2 de junio, Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez iniciaron sus trabajos proselitistas con acciones bajo impacto. Sin duda que la concentración del viernes en el Zócalo en apoyo a Sheinbaum, con acarreados o haiga sido como haiga sido, fue el evento que demostró músculo en lo que se refiere a capacidad de movilización de su militancia y sus simpatizantes.
El apoyo que Morena logró para su candidata el viernes 1 de marzo, puede ser la premonición de lo que ocurrirá el 2 junio cuando los contendientes a la presidencia de México tengan que “llevar” a sus fieles a las urnas para emitir su voto. Xóchitl inició su campaña a través de un extraño itinerario. Fue a realizar una marcha por la paz en Fresnillo, Zacatecas, considerada la ciudad más peligrosa de México, un municipio en el cual a las nueve de la noche regularmente ya no encuentra uno ni siquiera un lugar para comprar un refresco.
Después terminó en Irapuato, lugar en donde según los expertos del tema, debió ser el primero y único evento inicial del proselitismo de Gálvez. Y el descobijado Jorge Álvarez Máynez de Movimiento Ciudadano dio comienzo a su campaña en Lagos de Moreno, Jalisco, una entidad que gobierna su partido. Unas horas antes de que se iniciara el mitin de Álvarez, ocurrió otro multihomicidio en Lagos.
Lo malo para el candidato que suplió a Samuel García de una manera apresurada y sin el impacto que había logrado dar el gobernador de Nuevo León, fue el muy significativo hecho de que no asistió al evento el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, como una demostración de su inconformidad de las decisiones de Dante Delgado de haber entregado a su partido a un grupo de muchachos exhibicionistas, sin oficio político y muy propensos a celebrar fiestas en lugar de estar conformando un plan de trabajo para sacar a nuestro país de los graves problemas que enfrenta.
Pues en medio de un más de lo mismo de Morena en su concentración en el Zócalo; de una despistada gira de Xóchitl Gálvez y de un desairado acto inicial de campaña de Jorge Álvarez, dio principio la que, por el número de las posiciones de elección popular que estarán en disputa, será la madre de todas las batallas electorales celebradas en México desde los tiempos revolucionarios.
¡Ni hablar, los mexicanos con esos bueyes tendremos que arar en tiempos de una sequía pavorosa¡