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QUERÉTARO, Qro., 7 de enero de 2025.- El 7 de enero del año 2000, Querétaro fue escenario de un crimen que conmocionó a la sociedad: el asesinato de Blanca Érika Zamora Puga, una adolescente de 14 años.
De acuerdo con información del Diario de Querétaro, La joven fue brutalmente asesinada y desmembrada por individuos de su círculo cercano, conocidos como darketos, una subcultura urbana asociada con la estética y música gótica.
La noche del crimen, Blanca Érika celebraba su cumpleaños en compañía de amigos, sin imaginar que serían sus últimas horas de vida.
Al día siguiente, sus restos fueron hallados en diversos contenedores de basura del Centro Histórico de Querétaro, lo que generó una profunda indignación y temor en la comunidad.
Teotli Denith García, Enrique García Martínez, alias Henry, Francisco Olvera Escobedo alias Crazy, y el entonces menor de edad, Ramsés Emmanuel González García, fueron los cuatro asesinos confesos de la joven.
Este caso no solo impactó por su brutalidad, sino también por la atención mediática que recibió, enfocándose en la subcultura dark y generando estigmatización hacia sus integrantes. A pesar de los años transcurridos, el asesinato de Blanca Érika sigue siendo recordado por su impacto social y cultural en Querétaro.