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QUERÉTARO, Qro., 14 de febrero de 2025.- Veracruz se encuentra en un momento decisivo en su historia reciente. La creciente inseguridad y la crisis de justicia han puesto a la Fiscalía General del Estado en el centro del debate. La posibilidad de un cambio en su titularidad se ha convertido en un tema prioritario, y la salida de Verónica Hernández Giadáns, actual Fiscal, parece cada vez más inminente.
Hernández Giadáns asumió el cargo en un contexto particularmente complejo, con el desafío de reconstruir la confianza pública en la institución. No obstante, la constante escalada de la violencia y la impunidad han puesto a prueba su gestión, y voces tanto del ámbito político como de la sociedad civil han señalado la necesidad de un liderazgo renovado que impulse un enfoque más eficaz en la lucha contra el crimen organizado y en la restitución de la justicia.
En este escenario, el debate sobre quién debería asumir la titularidad de la Fiscalía es crucial. Tres nombres destacan como posibles sucesores: el diputado Diego Castañeda Aburto, el ex titular del IVAI (Instituto Veracruzano de Acceso a la Información), David Agustín Jiménez Rojas, y la ex Contralora General del Estado, Leslie Garibo Puga. Cada uno tiene experiencia relevante, pero la situación exige una visión clara y un perfil que se enfoque en la fortaleza institucional y en la lucha contra la impunidad.
Castañeda Aburto, con su perfil político y legislativo, ha demostrado capacidad de negociación y construcción de acuerdos, lo cual podría ser beneficioso en la toma de decisiones dentro del ámbito gubernamental. Sin embargo, su trayectoria no está tan centrada en los temas de justicia penal y seguridad que son prioridad en la Fiscalía.
Por su parte, David Agustín Jiménez Rojas ha sido un defensor de la transparencia y el acceso a la información, elementos fundamentales para fortalecer el Estado de derecho. Sin embargo, su experiencia está más vinculada al área administrativa que a la procuración de justicia, lo que podría limitar su capacidad para afrontar la magnitud de los desafíos que enfrenta la Fiscalía.
En este contexto, una figura que ha ganado relevancia es Leslie Garibo Puga. Ex Contralora General del Estado y exdirectora jurídica de la Secretaría de Energía, Garibo Puga ha obtenido evaluaciones favorables en los sistemas nacionales de anticorrupción y seguridad pública. Su profundo conocimiento del aparato gubernamental y su experiencia en el manejo de mecanismos de control y rendición de cuentas la posicionan como una opción sólida para asumir la Fiscalía. Con una trayectoria reconocida en la administración pública, Garibo Puga ha demostrado ser una mujer de acción, capaz de enfrentar la corrupción y los desafíos que ha generado el creciente poder de los grupos criminales en la región.
El próximo nombramiento será crucial, no solo para el futuro de la procuración de justicia en Veracruz, sino también para consolidar el compromiso del gobierno estatal con la autonomía y la eficacia de la Fiscalía. Es un momento en el que la política debe ceder paso a la justicia, y la persona que asuma la titularidad deberá estar preparada para priorizar los intereses de la sociedad veracruzana por encima de cualquier consideración personal o política.
Es tiempo de una Fiscal con A mayúscula, y es hora de que esa mujer sea Leslie Garibo Puga. Veracruz necesita liderazgo, valentía y, sobre todo, un compromiso firme con la justicia. Cualquier otra opción sería darle la espalda a las urgentes demandas de los veracruzanos, quienes, a diario, enfrentan la incertidumbre de un sistema de justicia que no logra garantizar su seguridad. El reloj está corriendo, y la historia no perdonará a quienes elijan ignorar la urgencia de este cambio.