Líneas Quadratín
Dra. Nofret Berenice Hernández Vilchis, Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, Tec de Monterrey Campus Querétaro.
Uno de los eventos que más disfruto de los Juegos Olímpicos es la gimnasia rítmica. Las gimnastas eligen una melodía y realizan una rutina con aro, pelota, cuerda, cinta o mazas. Son calificadas por las cinco rutinas con cada uno de esos aparatos; se le otorga puntajes altos a aquellas que tengan pocos errores y que logren erizarnos con esa mezcla de arte y deporte.
En Tokio 2020 la ganadora fue la israelí Linoy Ashram quien definitivamente realizó rutinas precisas, llenas de belleza y pasión. La gimnasta de 22 años derrotó por primera vez en 25 años a Rusia que ha dominado la disciplina. Se impuso sobre las hermanas Averina, las favoritas, y por ello ha entrado en la historia de este deporte.
Sin embargo, es momento de tener una discusión que poca gente está dispuesta a escuchar. Los competidores israelíes no deben ser aceptados en este tipo de justas mientras la sistemática violación a los derechos humanos de los palestinos por parte del ejército israelí continue. Por más de 73 años uno de los ejércitos más poderosos del mundo ha subyugado a una población apátrida, los ha convertido en ciudadanos de segunda para asemejarse a una democracia, los despoja de sus casas, les impide que se muevan libremente y los encierra en una prisión al aire libre mientras niega el derecho a retorno de los refugiados palestinos.
Algunos deportistas ya están dando el primer paso. Tal es el caso del judoca argelino Fethi Nourine quien en dos ocasiones ha decidido darse de baja antes que enfrentar a un contrincante israelí. ¿Y por qué politizar un evento deportivo? Porque los competidores israelíes son parte del ejército, están obligados a realizar su servicio militar; si argumentan ser objetores de conciencia los mandan a prisión. Linoy Ashram realizó su servicio militar en 2017 donde trabaja como secretaria desde entonces.
Israel tiene un gobierno altamente militarizado que oprime a los palestinos y desestima cualquier tipo de crítica bajo el argumento de antisemitismo o de judío que se odia a sí mismo cuando las críticas las hacen desde adentro.