Bienestar Michoacán, el negocio de la corrupción a costa del infelizaje
MÉXICO, 13 de diciembre 2019.- El negocio del aguacate deja ganancias en exportaciones por más de 2,000 millones de dólares; México domina el 99% del mercado norteamericano y por todas sus ventajas este fruto se le denominó como el “oro verde”, sin embargo, el costo ambiental que genera su producción es tan alto que especialistas advierten un colapso ecológico en menos de 50 años.
Los principales impactos ambientales son la disminución de superficies boscosas con sus efectos negativos en el sistema hidrológico, elevado uso de agroquímicos que generan contaminación de suelos y agua, erosión, disminución de la biodiversidad genética, fomento del monocultivo y reducción de los alimentos disponibles, dice Notimex.
La bióloga y maestra en Impacto Ambiental, Alejandra Blanco Macías, explicó que la expansión de las huertas de aguacate ha propiciado que los ecosistemas de Michoacán se transformen perdiendo la mayoría de su biodiversidad, como los bosques y los servicios ambientales que ofrecen, que trae consecuencias como el aumento de temperatura.
“El estado ha perdido alrededor del 50% de su vegetación natural y gran parte de esa pérdida se debe a los aguacateros. Cuando los bosques son deforestados para plantar únicamente aguacate se pierden gran cantidad de especies.
“Aquí se trata de la crónica de un colapso ecológico anunciado, porque quitas el bosque, siembras aguacate y como ya no se infiltra el suelo cada vez tienes menos agua, entonces tienes que hacer pozos más profundos pero sacas agua con sal”, declaró la especialista.
Señaló que Michoacán es el quinto estado con más biodiversidad en México, es decir, que en una superficie muy pequeña existe una gran cantidad de plantas y animales. Sus bosques cuentan con 845 especies de árboles registrados y en al menos 18 municipios hay especies endémicas.
Los tipos de vegetación en la entidad son bosques templados, con pino y encino principalmente, los cuales son el hábitat perfecto para el aguacate, que también es un fruto endémico del país. No obstante, al cambiar el uso de suelo de forestal a agrícola se pierden las características de un ecosistema viviente, los insectos, hongos, bacterias y otros microorganismos enfrentan un desequilibrio, incluso se pueden erradicar especies que no se conocen.