Tequisquiapan, un rincón de Querétaro lleno de magia y sabor
QUERÉTARO, Qro., 18 de diciembre de 2024.- Uno de los monumentos más representativos de Querétaro es, sin duda, el Acueducto de los Arcos. Esta imponente obra de ingeniería colonial, construida entre 1726 y 1738, fue diseñada para resolver la escasez de agua potable que sufría la ciudad.
Impulsada por el marqués Juan Antonio de Urrutia y Arana, la estructura tiene 74 arcos, una longitud de 1,280 metros y una altura de 28.5 metros, destacándose como una de las más importantes de su época.
El acueducto no solo cumplió con su función de abastecer agua, sino que también se consolidó con el tiempo como un símbolo de la identidad queretana. Su presencia en el paisaje urbano y su impresionante conservación lo han convertido en un ícono turístico. Miles de visitantes se sienten atraídos por su majestuosidad, capturando la esencia histórica de la ciudad.
Hoy en día, el Acueducto de los Arcos es parte fundamental del centro histórico de Querétaro, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO desde 1996. Además de ser un atractivo turístico, es una fuente de orgullo para los habitantes, quienes lo ven como un testimonio del legado colonial que define a su ciudad.
La preservación y promoción del acueducto siguen siendo una prioridad tanto para las autoridades locales como para la comunidad. Este monumento no solo es un emblema histórico, sino también un punto de referencia vital para quienes desean conocer la rica historia y cultura de Querétaro.