Itinerario Político
QUERÉTARO, Qro., 15 de julio de 2020.- Pese a las reiteradas recomendaciones para que la peregrinación a la Basílica de Guadalupe sea a través de redes sociales no de manera física, fieles se organizan e invitan a otros para hacer el tradicional recorrido de Querétaro a la Basílica de Guadalupe, en la Ciudad de México.
Entre las invitaciones giradas en internet se encuentra una en la cual se convoca a hombres, mujeres y niños para que juntos salgan el domingo, en una caminata que iniciaría en el Templo de la Congregación.
En la publicación, varios exigen que no se realice la caminata, por ser contraria a los señalamientos de las autoridades gubernamentales, aunque otros preguntaban datos respecto a como llegar al punto de encuentro.
La instrucción fue clara, la Diócesis no peregrinará este año, no habrá acompañamiento espiritual de los sacerdotes, tampoco resguardo en seguridad o salud por parte de las autoridades y, en el camino, no habrá quien los reciba, de ahí que, de concretar la peregrinación, sus participantes se verían una muy severa situación, declaró el sacerdote Gustavo Licón Suárez, presidente de la Comisión Diocesana para la Pastoral de la comunicación social.
Los titulares de cada uno de los 12 decanatos están atentos para evitar que sus fieles caigan en desobediencia, así como para ubicar a toda aquella persona que pertenezca a alguna de las 117 parroquias de la Diócesis y que pese a las advertencias insista en convocar, poniendo en riesgo a los feligreses que se le puedan sumar.
“Lo que cabe es ubicar a la persona, de qué parroquía es, hablar directamente con el párroco de esta persona; sí es un feligrés incorporado a la pastoral, entonces el párroco es el propio para poder hacer una intervención y, digamos, exhortar a la persona a que desista, por todos los riesgos que esto conlleva: no habrá atención espiritual, no irá ningún sacerdote, si es que se llegara a hacer eso, no estará presente Protección Civil, ni protección médica, no habrá quien los reciba por los lugares por dónde estén pasando, de las parroquias o familias, entonces, las consecuencias son severas, si se llegaran a atrever a a participar. Nos daremos a la tarea de investigar, para que el párroco propio sea quien intervenga”.