Líneas Quadratín
En el Senado, manda Ricardo Monreal
No hay nada nuevo, es la misma obra y lo único que cambiaron son los actores.
Hasta hace muy poco, vaya ni siquiera un año se cumple aún, la designación de las mesas directivas en el Congreso de la Unión, era facultad de los jefes de las bancada mayoritaria o del partido en el poder.
Hoy es igual, en el Senado el que manda es Ricardo Monreal y es él quien decide quien debe presidir la mesa directiva.
El zacatecano lidera la bancada mayoritaria, la de Morena, y controla a los que reglamentariamente deben tomar la decisión, a través de su voto.
Eso lo sabemos todos los que conocemos un poco del manejado interno del poder legislativo.
Por eso extraña, y mucho, que Martí Batres haya pegado tantos gritos y lanzado tantos insultos, porque no le permitieron reelegirse como presidente del senado, para el segundo año de ejercicio de la legislatura.
Tal parece que no entiende lo que no entiende, pues él sabe que el jefe es Ricardo Monreal y no porque le haya dejado presidir el Senado el primer año de la legislatura, estaba obligado a dejarlo repetir.
Antes el que estaba al frente de la bancada del PRI decidía, ponía y quitaba a su antojo, luego lo hicieron los panistas, cuando ocupaban la presidencia de la República Vicente Fox y Felipe Calderón.
Hoy lo hace Ricardo Monreal, porque el presidente Andrés Manuel López Obrador se lo permite, si no es que se lo ordena
Y todos tienen que alinearse, incluso Martí Batres Guadarrama, quien a pesar de su berrinche y del enojo que le provoca la situación, tendrá que reconocer que nada puede hacer frente a la realidad de que el jefe es Ricardo Monreal.
A fin de cuentas, la senadora Mónica Fernández presidirá la mesa directiva y ocupara el lugar de Martí Batres, por lo menos durante los próximos 12 meses a partir del 1 de septiembre.
Asimismo, Ricardo Monreal seguirá siendo el coordinador de la bancada de Morena y mantendrá la presidencia de la Junta de Coordinación Política del Senado y no importa que haya quien no esté de acuerdo.
De la misma forma, Martí Batres tendrá que pasar a sentarse a un escaño y trabajar en donde su líder, Ricardo Montreal decida, o sea que terminará comiendo sapos, sin hacer gestos, como buen político.
Por cierto, en la Cámara de Diputados se avecina una tormenta similar, pues tantos el actual presidente, Porfirio Muñoz Ledo, como la vice presidenta, María de los Dolores Padierna Luna, quieren que un diputado de su bancada mayoritaria, se quede los tres años de la legislatura en la presidencia de la Mesa Directiva.
Alegan que la ley reglamentaria establece que el pleno decidirá quienes de sus compañeros ocupan los cargos en la mesa directiva, lo cual significa que los diputados de Morena decidirán con su voto el reparto de las posiciones.
Ya se olvidaron estos dos legisladores, que siempre criticaron el agandalle que hacia los priístas en sus tiempos de gloria, pues eran los que repartían el pastel y el presupuesto.
Ahora quieren hacer lo mismo, pasando por encima de los acuerdo que ya tomo el coordinador de la bancada de Morena, Mario Delgado Carrillo, quien presuntamente ya accedió a dejar la presidencia de la mesa directiva al PAN, para el segundo año de la legislatura. Habrá que ver si quien puede más o mejor dicho, quien convence al presidente López Obrador de su idea es la mejor, si la dupla Muñoz Ledo-Padierna Luna, o Mario Delgado.
El próximo día 28 tendrémos el desenlace de esta tragicomedia.