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MADRID, Esp., 27 de agosto de 2019.- Los datos se tenían desde 2016, pero no fue hasta la detección de las ondas gravitacionales cuando los expertos los miraron desde otra perspectiva para concluir que un evento cósmico registrado ese año fue el nacimiento de una kilonova y que se había observado desde los primeros instantes. INFORMA EFE.
En agosto de 2017 se anunció la primera observación, por el observatorio Ligo, de un evento cósmico a través de su luz y ondas gravitacionales: la fusión de dos estrellas de neutrones, una explosión que se denomina kilonova.
Ahora, un equipo internacional de astrónomos, con participación del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC), ha difundido el hallazgo de un evento similar captado en 2016, pero que había pasado desapercibido, ha informado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en un comunicado.
A partir de los datos del evento de 2017 los astrónomos comenzaron a ajustar sus suposiciones sobre cómo debería aparecer una kilonova ante un observador terrestre.
«Observamos nuestros datos antiguos con nuevos ojos y nos dimos cuenta de que habíamos capturado una kilonova en 2016. Era una combinación casi perfecta: los datos infrarrojos para ambos eventos tienen luminosidades similares y exactamente la misma escala de tiempo», indica la experta citada en el comunicado.
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