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QUERÉTARO, Qro., 20 de diciembre de 2019.- Omisiones y excesos de confianza llevaron a México a firmar un T-MEC que lo pone en desventaja frente al mundo.
“Debido a la situación económica de nuestro país, lo peor que nos hubiera podido pasar era no lograr un acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, pues es urgente aumentar y fortalecer el intercambio comercial y salir de la recesión económica en la que actualmente se encuentra el país”, detalla el presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en Querétaro, Agustín Dorantes Lámbarri.
El T-MEC señala que se dará un plazo de 7 años para que el 70% de acero de los autos fabricados en América del Norte sea fundido en la región y 10 años para el aluminio. Pero México no produce aluminio y compra parte del acero que procesa a países que se lo venden más barato, indicó.
“Con esta modificación nuestros vecinos del norte, a quienes tenemos que comprarles estos dos materiales, pondrán el precio que quieran, los costos de producción aumentarán y las empresas instaladas en México perderán competitividad”, explicó Agustín Dorantes.
En materia laboral, lo que tiene a México en desventaja es que además de haber paneles para la resolución de conflictos entre empleados y empresas mexicanas donde intervendrán extranjeros, también se discute en EU la iniciativa que adiciona el envío de cinco “agregados laborales” a México para supervisar que se cumpla la reforma laboral.
Las acciones que llevarán a cabo estos “agregados” no fueron detalladas en el T-MEC. Por lo que ahora, después de firmado el tratado, el gobierno de EU pone las condiciones.
De acuerdo con la Ley de Implementación del T-MEC los “agregados laborales” tendrán las siguientes actividades:
1) Monitorear la implementación y el mantenimiento de las obligaciones laborales en México.
2) Coordinar visitas a México para evaluar la implementación de la reforma laboral y el cumplimiento de las obligaciones laborales de México.
3) Entregar reportes trimestrales a un Consejo Intersecretarial Laboral en EU donde detallarán qué esfuerzos está haciendo México para cumplir con estos compromisos.
4) Los sectores que estarán en revisión serán: montaje automático, autopartes, aeroespacial, panaderías industriales, electrónica, centros de llamadas, minería, acero y aluminio. Y cada año se estarán revisando los sectores e integrando nuevos subsectores.
5) Financiarán el desarrollo de capacidades en materia laboral en empresas mexicanas, basados en la experiencia del Departamento del Trabajo de EU.
“En pocas palabras habrá inspectores estadounidenses en empresas mexicanas. Habrá clara intromisión en la soberanía mexicana. De esta manera se pone a las empresas mexicanas bajo los ojos vigilantes de Estados Unidos”, comenta Agustín Dorantes.
Una repercusión más que salta a la vista es que con el T-MEC se busca que cada vez menos empresas automotrices provenientes de Estados Unidos y Canadá se instalen en México, esto significará la disminución de inversión extranjera directa en el país y seguir con la caída en la creación de empleos.
De acuerdo con el representante comercial de Estados Unidos, Robert E. Lighthizer, se espera que el T-MEC cree entre 176,000 y 589,000 nuevos empleos estadounidenses y aumente sustancialmente el crecimiento económico de aquel país.
“Sin duda la renegociación del tratado era necesaria, pero también era necesaria una exhaustiva revisión del mismo por parte del gobierno federal actual. Desde el PAN Querétaro llamamos a los empresarios a evaluar los costos que los efectos del T-MEC traerá para sus industrias y a trabajar en conjunto para mitigar cualquier impacto negativo que se vislumbre”, concluyó Agustín Dorantes Lámbarri.