Un vecino distante, desconfiado y colérico nos vigila
En la era digital actual, la información tiene un gran valor que se convierte, si es tratada adecuadamente, en poder. Los destinos y las empresas turísticas no son la excepción, pero tampoco le están dando el valor que tiene en nuestra región y eso, genera desventajas de competencia global.
La capacidad por recopilar, analizar y utilizar datos, puede definir el éxito de un destino o negocio turístico, la promoción específica y el desarrollo del proyecto de mercadotecnia con un efoque claro. Sin embargo, convertirse en una empresa de datos no es un proceso sencillo.
Lo primero es llevara cabo un análisis para determinar la utilización de los datos recopilados que permitan identificar comportamientos y tendencias; para despues ajustar estrategias y operaciones a partir de la implementación, basadas en los análisis realizados.
Los destinos además, deben apoyar y trabajar con las empresas locales afines a este interés, para capacitar y garantizar la recopilación de datos cohesiva, así como invertir en tecnología para lograr recopilar datos en tiempo real.
Un ejemplo claro de esto, son las cámaras colocadas en Shibuya, el cruce más concurrido del mundo, ubicado en Tokio. En ellas, se observa el comportamiento de las personas que cruzan ya sean visitantes o locales, pero también permite la interacción del turista que puede buscar su video cruzando a los pocos minutos de hacerlo y compartirlo en redes.
Esto permite, a partir del posteo, el acceso al viajante para ver sus perfiles y afinidades, para posteriormente utilziar las mismas redes sociales para estrategias de mercadotecnia.
El atributo de hacer entonces, es la toma de decisiones informada. Con datos precisos, en la industria turística se pueden tomar decisiones más acertadas sobre mercadotecnia, promoción, inversión, y estrategias operativas.
Además, a partir de la data es posible realizar un análisis profundo para lograr una personalización de la experiencia que quiere tener el viajero. Al entender mejor la información que contiene las preferencias y comportamientos, se pueden ofrecer vivencias más personalizadas, incrementando así la satisfacción del cliente e incluso generando innovación a partir de la interpretación y hallazgos de nuevas oportunidades de negocio o nichos de mercado.
La optimización de recursos es otro de sus atributos que tiene su implementación, ya que las empresas turísticas pueden prever tendencias y demandas, permitiéndoles asignar recursos de manera más eficiente y focalizada. Así como también es posible garantizar un turismo sostenible al poder generar un equilibrio de la demanda con la capacidad del destino turístico.
Lo más importante por lo sensible del tema, es siempre cuidar cumplir con la regulación de protección de datos personales, para lograr con la recopilación de ellos cuidar su privacidad y garantizar su tratamiento y uso apropiado. Por ello se debe evaluar y determinar qué datos son los relevantes y cómo se deben recopilar, invertir en la tecnología adecuada con sistemas de gestión de relaciones con el cliente y capacitar a las personas involucradas.
Convertirse en una empresa de datos puede ofrecer ventajas competitivas en el mundo del turismo. Sin embargo, es fundamental abordar este proceso con cuidado, considerando tanto las oportunidades como los desafíos pero es una tendencia que se debe incorporar, y que, con el enfoque correcto, el futuro del turismo basado en datos parece muy prometedor.